Los XII Juegos Suramericanos Asunción 2022 (ASU 2022) empiezan este sábado. Se trata de la cita más importante del deporte en el subcontinente, una ocasión para buscar la gloria deportiva para Paraguay pero también un escenario para mostrar el país. Y una vidriera para las empresas. ¿Qué tan importante son estas para el éxito de los juegos y qué reciben a cambio?
“Los sponsors son clave. Ellos ponen su apoyo también como contrapartida, además de lo económico, y garantizan el éxito de los juegos”, contestó César Palacios, director general de comunicaciones de la Secretaría Nacional de Deportes (SND). Son 16 las empresas que apoyan la realización de ASU 2022, 11 de ellas como patrocinadores oficiales y cinco como colaboradores oficiales.
¿Cuál es el beneficio para los patrocinadores? “Es win to win. El sponsor gana porque tiene visibilidad en un evento de trascendencia internacional. Estamos hablando de 20.000 personas, 7.000 atletas y oficiales, 15 países, y más de 700 horas de televisación de transmisión internacional”, aseguró Palacios.
Farmacenter es uno de los patrocinadores de ASU 2022, y según su gerente de marketing, Claudia Fleitas, “el beneficio, más allá de ser sponsor oficial de uno de los eventos deportivos más importantes del país, es tener el orgullo de acompañar y reconocer que cada triunfo cuenta, no solo de los atletas, sino también los logros cotidianos de personas que buscan su bienestar”.
La cadena de farmacias montará dos stands de experiencias, uno en la SND y otro en el COP, donde los asistentes podrán disfrutar de actividades recreativas y de descanso, además de adquirir productos esenciales en la máquina expendedora Farmacenter Express, la experiencia de compra innovadora que ofrece la marca.
Palacios agregó que los parques olímpicos están totalmente lookeados con los logotipos de las marcas, así como los patios de comida, y los patios de juegos, que también son espacios para los sponsors. “En la medida en que hagamos este tipo de eventos vamos a tener más práctica y sacarle más provecho, porque los sponsors son tan importantes como la presencia de los atletas o de los invitados”, aseguró.
Vale aclarar que el aporte de los patrocinadores y el oficial corren por cuerdas separadas. El presupuesto para organizar los juegos ascendió a US$ 80 millones, provenientes de recursos del Estado, que fueron dirigidos a construcción, refacción y acondicionamiento de las tres grandes sedes, el Parque Olímpico, las instalaciones de la SND, y el Centro Acuático Nacional; además de la contratación de hotelería, transporte, seguridad, entre otros.
Ya queda lejos la época en la que la organización de encuentros deportivos sudamericanos corría por cuenta de los dirigentes, como recordó el profesor Jorge González Acosta, exatleta y docente deportivo, quien en 1970 formó parte del grupo de fundadores del COP, cuyo primer presidente fue Domingo Inchausti.
En 1972 se celebró en Asunción el sudamericano juvenil de atletismo. Las carencias de infraestructura fueron resueltas gracias al esfuerzo personal de los directivos, que en el caso de González Acosta significó hipotecar su casa para obtener los recursos necesarios.
“No había grandes empresas para apoyarnos. Era muy distinto a lo que hay en la actualidad. Teníamos que pedirle ayuda al Gobierno”, afirmó. Los implementos deportivos también debían gestionarlos con países vecinos, como Brasil, cuya misión militar facilitó los equipos para varias disciplinas, a favor de la buena relación que mantenían los regímenes imperantes en ese país y en el nuestro. Por suerte, eso ya es historia.
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