“Veíamos cómo la gente buscaba lugares tranquilos, rodeados de naturaleza, para despejarse del caos de la ciudad”, relató Andrea, quien convirtió esa observación en un proyecto lleno de vida y propósito.
Desde su apertura, Cabaña De Mi Finca se posicionó como una de las opciones más acogedoras para quienes desean alejarse del ruido urbano sin renunciar a la comodidad. La propiedad cuenta con dos habitaciones equipadas (cada una con una cama matrimonial y una litera) que permiten hospedar hasta ocho personas. Además, ofrece una cocina comedor completa, con hornallas a gas, horno eléctrico, microondas, frigobar y todos los utensilios necesarios para una estadía sin preocupaciones.
El entorno natural potencia la experiencia. Los visitantes caminan entre senderos rodeados de eucaliptos, disfrutan de una piscina refrescante y se reúnen en el quincho capi’i con parrilla o en el área del fogón bajo las estrellas. “El bosque de eucaliptos tiene un aroma relajante, una calma única, y la vista al Cerro Naranjo es simplemente mágica”, afirmó Andrea. “Queríamos que nuestros huéspedes vivan una experiencia natural, lejos del ruido, pero cerca de todo lo que hace único a Piribebuy”.
Entre marzo y octubre, las tarifas oscilan entre G. 450.000 y G. 850.000 por noche, dependiendo de la cantidad de personas, con un 15% de descuento de lunes a jueves. En temporada alta (de noviembre a febrero y durante fechas especiales como Semana Santa o San Valentín) los precios varían entre 550.000 y 1.100.000 guaraníes. Para confirmar una reserva, los visitantes realizan una seña del 50% por depósito o transferencia.
La experiencia que propone Cabaña De Mi Finca va más allá del alojamiento. Andbrea diseñó el espacio como un lugar de “desconexión total”. En la cabaña no hay televisión ni Wi-Fi, una decisión intencional que invita a los huéspedes a disfrutar del silencio, conversar más y reconectar entre ellos. “Las familias aprovechan para compartir tiempo de calidad, jugar, cocinar juntos. Y las parejas encuentran un espacio ideal para reconectarse, sin distracciones, rodeados de naturaleza y silencio”, explicó.
Además de las comodidades de la cabaña, los visitantes pueden disfrutar de diversas actividades en los alrededores: recorrer la Quesería Artesanal Procole en el tour del queso, visitar el Paseo Las Palmeras o deleitarse con platos típicos en El Viejo Rincón. También se puede explorar la Ruta de la Moringa, descubrir la Licorería Artesanal Guatahara o simplemente aprovechar las bicicletas incluidas para recorrer el entorno rural.
Andrea destacó que el equilibrio entre confort y naturaleza es la esencia del lugar. “Queríamos ofrecer algo auténtico, donde el lujo no sea lo material, sino la experiencia de estar presente, de escuchar el viento entre los árboles y disfrutar de las pequeñas cosas”, expresó. Esa filosofía convirtió a Cabaña De Mbi Finca en un refugio que muchos ya eligen como su rincón de paz en Piribebuy.
Con una energía especial y una propuesta que prioriza la calma y el contacto con lo natural, Cabaña De Mi Finca representa el espíritu de una nueva forma de turismo: más consciente, más humano y profundamente conectado con el entorno. Un lugar donde el tiempo parece detenerse para recordarnos lo que realmente importa.
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