¿Qué expectativas tienen para el 2020? ¿Será un año con puntos muy fuertes para el sector?
Las expectativas que tenemos para el 2020 son positivas. Creemos que será un año interesante para el sector, donde nuevamente el Paraguay se posiciona como una opción interesante de recepción de fondos del extranjero, a pesar de los embates existentes a nivel regional.
Cuando el sector inmobiliario recibe capital, a la vez adquiere mayor tecnología y alternativas para ser más eficiente en las construcciones.
¿Qué dificultades podría tener el sector inmobiliario en el 2020?
A mí criterio, una de las dificultades puede ser que las autoridades no abarquen todos los controles que les corresponde y empiecen a aparecer jugadores en el sector con intenciones distintas a dar soluciones habitacionales. Esto, de alguna manera, podría distorsionar el valor de la tierra, de los precios de nuestros proveedores, teniendo en cuenta que los que estamos en el negocio inmobiliario de forma genuina seríamos afectados.
¿Qué metas fijaron desde Fortaleza para el 2030?
Para el 2030 creemos que vamos a ser una compañía que consolide su expansión a lo largo y ancho del país. Fortaleza busca entregar entre 2.000 a 3.000 departamentos para el 2030, con seguridad 2.000.
De esta manera nos convertiremos en un jugador importante del desarrollo inmobiliario dentro de la capital.
Muchos actores del rubro de la construcción destacaron la intervención pública del segundo semestre, ¿qué rol debería jugar el Estado para el 2020 a tu criterio?
Fortaleza no se dedica a la obra pública, pero sí vemos que esos proyectos dinamizan y tienen un efecto derrame. Ahora, las estadísticas del BCP tienen metido en una bolsa al sector de la construcción abarcando lo público y lo privado, se está subestimando mucho la métrica sobre lo que aporta a la economía el sector privado.
El sector privado es un dinamizador económico impresionante, tiene una cadena de valor altísimo. Un edificio de departamentos podría emplear en sus distintas fases de obra a más de 500 personas, pasando por la estructura, la albañilería, terminaciones, gente colocando ventanas, flete, mezcla, seguridad de obra. La cadena de valor es importante y la mano de obra pesa un porcentaje elevado de los costos que requiere la edificación.
En líneas generales, la obra privada dinamiza la economía, y no solamente lo hace la construcción de caminos y rutas.
¿Te parece que el 2020 inicia de forma más alentadora que el 2019?
Creo que sí, percibo que hay una línea de comunicación del Gobierno y otros actores con voz que demuestra que se llegó a un consenso. Dar un mensaje negativo al mercado de consumo agudiza las dificultades.
De igual manera, es difícil no elevar la queja sobre la eficiencia del gasto público, no es momento de tocar impuestos cuando en realidad la base de la recaudación es muy baja. Estas son cuestiones elementales que hacen a la gestión del Estado, ni la prensa ni el sector empresarial deben callar al respecto.
Sin embargo, hablar de datos negativos de forma permanente causa mucha incertidumbre, principalmente para el asalariado, por ende, afecta directamente al consumo y a los servicios que este desea adquirir y no lo hace por temor.
Teniendo en cuenta que son parte de la Capadei, ¿qué actividades y eventos importantes tienen pensado organizar este año?
Como Capadei tenemos un año muy auspicioso en materia de proyectos a presentar en los municipios y a comenzar su ejecución. El 2019 fue bastante más lento que el 2018 en términos de planificación de nuevos proyectos, por la cantidad de incertidumbre y la inmovilización de los inversores, que son los que mueven el tablero.
Me parece que este año será todo más dinámico en el sector, nuestro gremio está ganando una opinión importante, la ciudadanía y el Estado la escucha. No obstante existe un trayecto largo aún para adecuar la oferta con la demanda y brindar soluciones habitacionales para todas las clases sociales.
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