El escenario fue el Estadio Río Parapití, en Pedro Juan Caballero, que una vez más acogió una final de alto voltaje. Allí, General Caballero cubrió más de 500 kilómetros para disputar la final, y en un gesto de coraje y sacrificio, logró imponerse ante el local.
Lo que hace este título aún más trascendente es que General Caballero se convierte en el primer club del interior del país en levantar la Copa Paraguay, un logro que marca un antes y un después para el fútbol no capitalino en Paraguay. A pesar de que los grandes clubes de la capital tradicionalmente dominan estas competencias, esta vez la historia cambió.
Sin embargo, la novela de esta campaña tiene un matiz amargo. Aunque campeón, General Caballero descendió de categoría y, por ese motivo, no podrá participar en la Copa Libertadores 2026, puesto que el cupo fue otorgado al subcampeón 2 de Mayo.
De esta forma, el título tiene sabor a triunfo histórico, pero con complicaciones por detrás.
Desde el pitazo del árbitro hasta el final, el partido ofreció intensidad. En la primera mitad, el juego fue de desgaste físico, con ambos equipos peleando cada pulgada en el césped. Pero tras el gol de Mareco, General Caballero se repliegó y defendió con fortaleza, mientras su arquero realizó intervenciones clave para mantener la ventaja.
Así, el visitante cumplió con su estrategia y gestionó el resultado hasta el cierre del partido.
Para 2 de Mayo, la derrota duele pero también significa un paso importante: un club de interior que ganó protagonismo, que llegó a una final nacional, y que mostró que puede competir al máximo nivel. Por su parte, General Caballero redondeó una campaña memorable al convertirse en campeón, dejando en alto su historia institucional.
En lo económico, el logro también implica un premio relevante: se habla de un monto cercano a los 1.000 millones de guaraníes que el campeón embolsó como premio por conquistar la Copa Paraguay.
Esa inyección financiera será clave para el club en su transición de categoría y para apuntar a un retorno fuerte.
Ahora, el desafío para General Caballero será capitalizar este título histórico: reforzar su estructura, mantener la ilusión de ascenso y consolidar su nombre como protagonista del fútbol paraguayo, no solo del interior. Así, este domingo 16 de noviembre de 2025 quedará marcado para siempre en sus vitrinas y en la memoria del fútbol nacional.
Tu opinión enriquece este artículo: