¿Cuál considera que es la principal habilidad que todo gerente debería tener y si no, desarrollar?
Un gerente debe integrar diferentes habilidades, tanto técnicas como emocionales, para liderar efectivamente. La capacidad de comunicar, conectar con los miembros del equipo y transmitir energía positiva es esencial. Un buen gerente debe mantener un ambiente de trabajo productivo y de alto rendimiento, seleccionando cuidadosamente a su equipo, fomentando la autonomía y promoviendo la apertura al aprendizaje. En definitiva, debe ser un líder capaz de mantener la calma y el dominio en situaciones difíciles, para inspirar a su equipo.
¿Qué es fundamental para liderar un equipo?
El gerente tiene que conocer profundamente a su equipo, reconocer las capacidades individuales y alentarlos a crecer. La confianza mutua es esencial, y eso solo se logra a través de la comunicación abierta y el reconocimiento del esfuerzo de cada miembro. Un buen líder es aquel que sabe coordinar y distribuir tareas, promoviendo un ambiente de trabajo en el que cada miembro se sienta orgulloso de pertenecer.
¿Cuál es su filosofía de trabajo?
Mi filosofía es ‘hacer extraordinariamente lo ordinario’. Esto significa prestar atención a los detalles y entender en profundidad a quienes se benefician de nuestro trabajo. Es crucial tener claridad sobre el mensaje que transmitimos y saber cómo hacer una contribución genuina a la vida de nuestros clientes. Cada esfuerzo debe estar orientado a ofrecer lo mejor, siempre con un enfoque claro hacia el cliente.
¿Qué debe tener una estrategia comercial y qué se debe evitar?
La clave está en reconocer la singularidad de cada persona con la que interactuamos, ya sea proveedor, cliente o colaborador. No podemos asumir que un mensaje se interpretará de la misma manera por todos. Debemos ser flexibles, escuchar, y adaptar nuestros mensajes, productos y servicios a las necesidades de cada uno. La tecnología es una gran aliada en este sentido, ya que nos permite gestionar grandes volúmenes de datos y ofrecer soluciones personalizadas.
¿Cuál ha sido el momento de su vida que más marcó su carrera?
Los procesos de sucesión en los que he participado fueron cruciales en mi desarrollo. Ver cómo las nuevas generaciones asumen responsabilidades y reconocen sus limitaciones, al mismo tiempo que fortalecen estructuras para la sostenibilidad, ha sido una de las experiencias más gratificantes. Es fascinante ver cómo las organizaciones se transforman y trascienden con cada generación, respetando principios fundacionales y abriendo puertas a lo nuevo.
¿Cuál considera que es su mayor fortaleza y debilidad?
Creo que la perseverancia es una de mis grandes fortalezas. Sin embargo, a veces puede convertirse en una debilidad si no soy lo suficientemente flexible para cambiar el rumbo cuando una decisión no está funcionando. Las organizaciones son seres vivos, y debemos estar atentos a sus dinámicas para adaptarnos a los cambios sin perder de vista nuestros objetivos.
¿Con qué tecnología se lleva mejor y cuál le da pelea?
Mi formación en sistemas de información me ha permitido seguir de cerca muchos avances tecnológicos, y me siento muy cómodo con las tecnologías que ayudan a mejorar la calidad de vida. Sin embargo, la ingeniería cuántica es un campo que, aunque fascinante, me resulta difícil de comprender completamente. Estoy convencido de que seguirá sorprendiendo al mundo.
¿Un libro o podcast que todo ejecutivo debería leer o escuchar?
La Quinta Disciplina de Peter Senge es un libro fundamental para entender la importancia de crear organizaciones que aprendan y se adapten continuamente. En cuanto a podcasts, los de Simon Sinek ofrecen ideas muy valiosas sobre liderazgo y motivación.
¿Cuál es su pasatiempo favorito?
Disfruto mucho jugando con mis nietos. Me encanta observar cómo ven el mundo y cómo perciben la realidad. Creo que son los verdaderos protagonistas de la sostenibilidad, con un potencial increíble para cambiar el futuro.
¿Qué es lo último que hace siempre cuando termina de trabajar?
Me gusta detenerme a reflexionar sobre el trabajo realizado, agradecer los logros, aunque no sean perfectos. Siempre busco decodificar con mi equipo lo que salió bien y lo que se puede mejorar, y los aliento a soñar con nuevas formas de hacerlo aún mejor en el futuro. La retroalimentación constante y el deseo de mejorar son esenciales para continuar creciendo.
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