Francisco Paniagua, técnico especialista en producción de banana del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), explicó en entrevista con InfoNegocios que Paraguay cuenta actualmente con entre 10.000 y 12.500 hectáreas destinadas al cultivo de banana, siendo el departamento de Caaguazú, el epicentro del rubro, con alrededor de 9.000 hectáreas.
“El país necesita 4 millones de kilos de banana para cubrir la demanda anual de los programas estatales, lo que implica la movilización de al menos 17 camiones de triple eje para su distribución en todo el territorio”, detalló Paniagua. Esta dinámica ha generado un efecto positivo en los ingresos de las familias productoras, que ahora venden a mejores precios dentro del país: “Actualmente, una caja para consumo escolar se paga a G. 80.000, una cifra competitiva frente a lo que se logra en el mercado externo”, señaló.
En lo que respecta a exportaciones, el país estima generar alrededor de US$ 31 millones en 2025. Los principales destinos de la banana paraguaya son Argentina, Uruguay, Chile y, en menor medida, algunos países europeos. A pesar de esta proyección, el foco está puesto en fortalecer el mercado interno y fomentar la industrialización local. “Ya se están desarrollando productos con valor agregado como chips de banana y polvo, lo cual va a ayudar a defender la rentabilidad incluso cuando se enfrenten desafíos externos”, explicó el especialista.
Uno de los riesgos que enfrenta el sector es la amenaza fitosanitaria representada por el hongo Fusarium Raza 4, presente ya en Colombia y otros países de Centroamérica. Si bien aún no ha llegado a Paraguay, el MAG trabaja de forma coordinada con el IPTA y con otras naciones productoras en la creación de variedades híbridas resistentes. “El problema es que ninguna logra replicar todavía la dulzura y sabor característicos de nuestra banana nanica (también conocida como banana karapé), que representa el 95% de la producción nacional”, advirtió Paniagua.
En cuanto al crecimiento del sector, este año se sumaron unas 2.000 hectáreas nuevas al cultivo de banana, gracias a un renovado interés de los productores motivado por los programas estatales de apoyo. Las zonas productoras también se expanden: además de Caaguazú, se destacan Cordillera (con 1.000 a 1.200 hectáreas) y localidades como Maracayú e Itacurubí.
Un impulso para mejorar la logística y reducir los costos será la construcción de la llamada “Ruta de la Banana”, una obra vial de 34 kilómetros que unirá Nueva Toledo con Campo 9 y Caaguazú. Según el MAG, esta infraestructura beneficiará directamente a 610 productores registrados en la zona, y tendrá un impacto positivo para unas 2.500 hectáreas productivas. “Es un cambio estructural para más de 80.000 personas, si consideramos que la producción de banana es un trabajo eminentemente familiar, con núcleos de 4 a 5 integrantes por unidad productiva”, resaltó el ingeniero.
Con menos uso de agroquímicos —pasando de 16 ciclos de aplicaciones a solo 7 u 8— y el impulso de prácticas agrícolas más sostenibles, el cultivo de banana en Paraguay es una alternativa rentable, saludable y con potencial de crecimiento. El desafío, según Paniagua, está en seguir diversificando mercados, industrializando la fruta y fortaleciendo la sanidad vegetal para que el rubro siga siendo una fuente segura de ingresos para miles de familias.
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