Está finalizando un año desafiante para todos los sectores debido a la pandemia del coronavirus y se puede decir que la situación sanitaria nuevamente puso en la agenda de los consumidores la sostenibilidad como centro de sus acciones. Los consumidores están cada vez más pendientes de su salud, una tendencia ya posicionada en los últimos años pero que ahora domina por completo el mercado en distintos rubros.
“En tal sentido, se puede observar que son cada vez más los consumidores que se preocupan por el impacto negativo que el ser humano está causando en el planeta. No es casualidad que hace años haya iniciado una auténtica batalla contra las desmesuradas emisiones de carbono, el cambio climático que vivimos y la polución plástica que contamina las aguas de todo el mundo”, comentó Estevao Braga, directivo de Sostenibilidad para Ball Sudamérica.
Hace poco Ball Corporation anunció la aprobación de la iniciativa Metas con Base en la Ciencia (Science Based Targets initiative - SBTi) de sus objetivos para reducir en un 55% las emisiones absolutas de carbono en sus propias operaciones y un 16% en su cadena de valor hasta el 2030. Este marco confirma los esfuerzos de la compañía -los primeros en el sector- en el sentido de ayudar a acelerar la transición a una economía de bajo carbono y restringir el calentamiento global a 1,5ºC, atendiendo los objetivos del Acuerdo de París.
Sobre los nuevos hábitos de consumo, el ejecutivo expresó: “Por un lado están los consumidores que a la hora de elegir sus compras lideran el mercado, y por otro lado somos testigos de varias empresas para las que lo ecológico se convirtió en su objetivo, que adoptaron sistemas de producción eco sostenibles y ofrecen soluciones de bajo impacto ambiental”.
Basándose en esto, es natural que la sostenibilidad siga siendo una tendencia en plena evolución y que los consumidores estén dispuestos incluso a pagar más por un producto más sostenible y que promueva el cuidado del medio ambiente.
El aluminio: un sector preparado para afrontar los nuevos retos medioambientales
El aluminio es 100% e infinitamente reciclable sin perder sus cualidades, y la energía que precisa su proceso de reciclado apenas alcanza el 5% de la energía que fue necesaria para producir aluminio primario. Todo ello avala la idoneidad del aluminio como material que apoya la creación de un camino hacia la economía circular.
Las latas de aluminio son nanomateriales, infinitamente reciclables y su valor permite un reciclaje de bajo costo y alta eficiencia. Es amigable para el consumo en el hogar al partir de su practicidad, flexibilidad, resistencia y tamaño a la hora de gestionar el residuo doméstico y el reciclado posterior.
Se cree que en Paraguay existen cerca de 20.000 familias de recicladores y acopiadores, que serían aproximadamente unos 100.000 paraguayos que viven de esta actividad que a su vez ayuda a preservar los recursos naturales y a reducir la contaminación, además de ser una alternativa de empleo.
En consecuencia, este material permite la implementación e impulsa la economía circular que favorece la apuesta por el reciclaje. La economía circular es y será elemental como impulso de la transformación de los sistemas hacia una economía cero neta y que no favorezca el incremento de los efectos del cambio climático.
Una vez más en las tendencias de los consumidores actuales se encuentra el cuidado del medio ambiente, la sostenibilidad que se presenta bajo múltiples aspectos. Los consumidores son cada vez más conscientes y atentos, desean hacer algo concreto por el planeta. Por eso, todas las empresas deberían prestar atención a esta tendencia ofreciendo productos más amigables con el medio ambiente y transmitir valores y enseñanzas positivas a todos los clientes potenciales.
La sostenibilidad es una tendencia ya posicionada y los consumidores siguen pidiendo mejores productos
La crisis sanitaria originada por el COVID-19 generó cambios rápidos y disruptivos en las tendencias de consumo a nivel global. En este sentido, sigue cobrando protagonismo la sostenibilidad y la responsabilidad de los consumidores a la hora de elegir productos más amigables con el medio ambiente y al cuidado del planeta.
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