Entre las participantes se destacó Laura Márquez, directora de Padroniza, una empresa que opera como puente entre ganaderos y frigoríficos en Paraguay y Brasil. Radicada en el país desde hace siete años, Márquez recordó que su vínculo con el campo nació durante su formación universitaria. “No nací con el don del agro, pero cuando conocí la industria frigorífica me apasioné y decidí quedarme ahí”, relató. Hoy lidera una compañía que, además de garantizar trazabilidad, fortalece la relación comercial entre productores y plantas frigoríficas.
Para Márquez, el mayor desafío no fue abrirse paso en un entorno tradicionalmente masculino, sino adaptarse a un nuevo país y consolidar su liderazgo en un sector competitivo. “El reto más grande fue salir de la casa de mis padres y empezar de cero en otro país. Pero siempre tuve buena comunicación con la gente, y eso me ayudó a generar confianza tanto con ganaderos como con frigoríficos”, comentó en comunicación con InfoNegocios.
Padroniza, con operaciones también en Brasil, mantiene vínculos con clientes y aliadas de toda la región. “Poder compartir experiencias con mujeres de Uruguay, Bolivia o Argentina es fundamental. Aprendemos de sus culturas y fortalecemos nuestros lazos”, destacó Márquez, quien mencionó que su empresa trabaja hace cinco años con el grupo Favero, controlando el 100% de sus animales.
Otra de las voces que aportó una mirada estratégica fue Roberta Paffaro, especialista en mercados globales y agronegocios, quien tuvo a su cargo la charla Agronegocios e Inteligencia Comercial. Desde su experiencia en gestión de riesgos y tecnología aplicada al agro, aseguró que la mujer “es una fuente natural de innovación” y que su rol en la comercialización es cada vez más relevante.
“Las mujeres tienen una mirada amplia. Están acostumbradas a gestionar muchas cosas a la vez: la casa, la empresa, la hacienda. Esa capacidad organizativa se traduce en una ventaja competitiva para administrar y vender mejor”, señaló Paffaro.
Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el 30% de las haciendas brasileñas ya son lideradas por mujeres, aunque la especialista considera que esa cifra hoy podría ser incluso mayor. “En Brasil, cerca de 28 millones de personas trabajan en el agronegocio. La presencia femenina en liderazgo crece año tras año, sobre todo en áreas vinculadas a sustentabilidad y transformación digital”, indicó.
Paffaro insistió en que el crecimiento femenino en el agro requiere tres pilares: educación, mentoría y autoconfianza. “Las mujeres deben creer en su capacidad, formarse y construir redes de apoyo. Si no nos posicionamos, otros lo harán por nosotras”, subrayó. En ese sentido, destacó el rol de Paraguay en el avance regional: “Cada vez veo más mujeres liderando proyectos, exportando y participando en espacios estratégicos. Este evento es una muestra de que están presentes, con voz y liderazgo”.
El encuentro, declarado de interés por el Ministerio de la Mujer y acompañado por Senatur y el MIC, se consolidó como una plataforma regional de networking. Más allá de los discursos, dejó en claro que la inclusión femenina ya no es un objetivo, sino una realidad que está redefiniendo la manera de producir, innovar y hacer negocios en el campo.
-medium-size.jpg)
Tu opinión enriquece este artículo: