"Hasta el mes de julio estamos rondando los 1.300.000 usuarios, lo que representa un 78% de los usuarios activos de la Ande, y monetariamente se exoneró facturas por US$ 62 millones. Pero con la extensión hasta setiembre llegaríamos a más de US$ 90 millones si se continúa con este nivel de consumo", señaló.
La Ande recibirá el monto total de la exoneración, de los fondos públicos, “por esto no se tendrá un desajuste en la administración de la institución”, aseguró Rolón.
"Todos los usuarios que hayan excedido los 500 kWh, van a poder fraccionar sus pagos hasta en 18 cuotas sin intereses, desde el 5 de octubre. Si las personas desean abonar en menos cuotas, es cuestión de comunicarse con la administración y coordinar el plan de pago", afirmó.
¿Dónde mejorar?
Por su parte, Orlando Valdés, titular de la Asociación de Ingenieros del Sector Eléctrico Paraguayo (AISEP), comentó que está de acuerdo con la exoneración de las facturas para consumo inferiores a los 500 kWh.
“Con los 500 kWh al mes, nuestros compatriotas tienen asegurado el acceso a los medios de comunicación gratuitos, a la posibilidad de conservar sus alimentos, acceso a internet para las aulas virtuales e iluminación en horas de la noche. Esta es una de las mejores formas de distribuir la riqueza generada abundantemente en las binacionales. No existe otra alternativa”, manifestó.
Valdés consideró que esta exoneración debe ser permanente porque “el Estado paraguayo viene subsidiando el consumo de energía eléctrica hasta los 300 kWh al mes, mediante una tarifa diferenciada”, recordó.
Sobre si existe una relación entre las exoneraciones y las sobrefacturaciones registradas durante la pandemia, el ingeniero indicó que las facturas con consumo muy por encima de lo habitual derivan de las malas estimaciones del consumo de los usuarios, por falta de lectura de los medidores.
“Esto no significa que esto no será devuelto. Los datos están almacenados en los registros de la Ande, los medidores nunca pararon, y una vez normalizada las lecturas de campo, todo volverá a la normalidad”, dijo.
Para mejorar la facturación, según Valdés, la Ande debe implementar una serie de actualizaciones a su sistema, que va desde la lectura y transmisión automática de los datos de los medidores, acompañados de mejoras en el procesamiento de dichas informaciones en su sistema informático.
Y con relación al servicio, es necesario un refuerzo importante y actualización permanente de la infraestructura del sistema interconectado nacional, especialmente en las áreas de transmisión, transformación y distribución. “Se debe prever un aumento en la capacidad de las instalaciones, del orden del 30%. Sin estas previsiones el servicio continuará siendo precario”, reconoció el experto en el sector energético.
Tu opinión enriquece este artículo: