Más de tres cuartas partes de la población dice estar muy preocupada por el medio ambiente y siente que las empresas deberían trabajar más para hacer frente a su impacto en el planeta. A medida que los consumidores buscan maneras de ayudar a afrontar el cambio climático a través de sus propias acciones positivas, muchos están limitando su consumo de plásticos de un solo uso. En respuesta a esta creciente preocupación, Mastercard trabajó con agentes claves de la industria global para desarrollar un programa de tarjetas sostenibles para todos los emisores de tarjetas a nivel mundial.
El nuevo directorio de materiales sostenibles y proveedores de productos de tarjetas tiene como objetivo hacer que la alternativa sostenible sea la opción preferida por todas las instituciones financieras de todo el mundo y a la vez potenciar la innovación.
Actualmente ya se encuentran disponibles ofertas de tarjetas sostenibles de Mastercard para los consumidores de más de una docena de países en todo el mundo. Además, más de 60 instituciones financieras emitieron tarjetas con materiales aprobados hechos de plásticos reciclables, de origen biológico y marino, libres de cloro y de naturaleza degradable. Estas instituciones incluyen Crédit Agricole y Mauritius Commercial Bank, así como Santander, que emitirá tarjetas en breve. Con este recurso, los bancos pueden aprender más sobre estas alternativas, conectarse con los fabricantes de tarjetas y, en última instancia, expandir sus propias iniciativas de sostenibilidad con un cambio sistémico en su cadena de suministro.
Esta iniciativa marca un nuevo hito en un esfuerzo de varios años que conducirá al lanzamiento del esquema de certificación global de Mastercard para tarjetas sostenibles aprobadas. Esta se basa en la Greener Payments Partnership (GPP) formada por Mastercard y los fabricantes de tarjetas Gemalto, Giesecke+Devrient e IDEMIA en 2018 para establecer las mejores prácticas ambientales y reducir el plástico PVC de primer uso en la fabricación de tarjetas.
Seis mil millones de tarjetas de pago se producen cada año, típicamente de PVC, y estas tarjetas se reemplazan cada tres o cuatro años en promedio, con las tarjetas desechadas yendo a parar a rellenos sanitarios en todo el mundo.
“Nuestro objetivo es simple, queremos ayudar a los bancos a ofrecer tarjetas más ecológicas a sus clientes y estamos tomando medidas concretas para lograr ese cambio. De esta manera se beneficia todo el mundo, es mejor para el medio ambiente, es mejor para el negocio y también se satisfacen las necesidades cambiantes de los consumidores”, expresó Ajay Bhalla, presidente de inteligencia y soluciones cibernéticas de Mastercard, y agregó: “Estamos emocionados por ver nuestros esfuerzos cobrando fuerza en tantas partes del mundo y esperamos que más organizaciones se unan a nosotros, ya que colectivamente usamos nuestro poder para bien, para enfrentar estos urgentes desafíos ambientales”.
Mastercard continúa invirtiendo en nuevas tecnologías y recursos para aportar nuevos aprendizajes y conocimientos al mercado global en apoyo de la opción sostenible en todas las vías de pago. El Global DigiSec Lab de Mastercard en el Reino Unido, el cual se enfoca en maximizar la innovación de productos y las inversiones en seguridad, invirtió en una tecnología que analiza la composición material de una tarjeta para evaluar las demandas ambientales en nombre de la industria, de tal manera que los clientes puedan estar seguros de que cualquier tarjeta Mastercard hecha de material sostenible que emitan haya sido evaluada y verificada de forma independiente. Además, el laboratorio está invirtiendo en una destacada investigación académica en busca de maneras de reciclar tarjetas de plástico que no perjudiquen el medio ambiente.
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