Para Nadia Miranda, parte de la tercera generación al frente de la empresa familiar Frutería Paraguarí, el secreto de su permanencia como una parada obligatoria está en la hospitalidad. “Desde siempre quisimos que no sea solo un lugar para comer, sino un espacio donde la gente se sienta bienvenida. Un lugar que guarda historias y encuentros, y que refleja la esencia y la hospitalidad de su gente”, relata en conversación con InfoNegocios.
La Frutería Paraguarí cuenta con casi 40 años de historia, y sin dudas, en este tiempo ha sido testigo de la transformación de la ciudad. Según Miranda, en la última década Paraguarí dejó de ser un simple punto de paso para convertirse en un destino turístico. “Llegaron nuevos hospedajes, posadas, casas de descanso y propuestas culturales que enriquecieron la ciudad y sus alrededores. Este movimiento hizo que podamos recibir y acompañar a cada vez más personas, siendo parte de sus viajes y recuerdos”, afirma.
Este icónico negocio familiar no solo sirve comidas a los viajeros, sino que también mantiene viva la historia de Paraguarí. Su presencia junto a la ruta ha acompañado el crecimiento urbano y turístico, convirtiéndose en un símbolo de bienvenida para quienes llegan y en un testimonio silencioso de cómo la ciudad crece y se abre camino a nuevas oportunidades.
El intendente Marcelo Simbrón destaca como estar cerca de la capital y tener de vecinos a departamentos como Cordillera, Misiones y Guairá ha sido crucial para atraer visitantes cada fin de semana. El turismo, impulsado por eventos como el festival Atyguasu (que ya va por su cuarta edición), ha generado un movimiento económico de más de 24.000 millones de guaraníes al año. Al par, el mercado inmobiliario experimenta un auge, ya con un importante número de personas adquiriendo terrenos para casas, cabañas y proyectos, todo debido al atractivo de sus paisajes y su tranquilidad.
La ciudad cuenta con una mezcla de industrias instaladas, desde plásticos y productos químicos hasta cuero y agroindustria, además de un sector de servicios en crecimiento, con cadenas de supermercados, farmacias y comercios que crean la mayoría de los empleos locales.
En el campo turístico, se han revitalizado espacios como el barrio Estación y varias plazas céntricas, con proyectos emblemáticos en carpeta como una rueda de chicago en la punta del Cerro Perõ. Sin embargo, Simbrón reconoce que hay desafíos urgentes por asistir: “Para mí lo fundamental es tener agua, eso no tenemos día a día y cada vez va a ser más crítico. Si tengo recursos voy a poner una acueductora; a partir de ahí se desarrolla sola la ciudad”.
El sistema de agua, el alcantarillado sanitario y la duplicación de la Ruta 1 figuran entre las prioridades esenciales para asegurar un crecimiento sostenible. Sin ellos, advierte el jefe comunal, es difícil obtener grandes inversiones hoteleras o industriales. A pesar de esto, la visión de futuro es optimista respecto a convertir a Paraguarí en una ciudad pintoresca, icónica y turística, sin descuidar sus sectores industriales y de servicios, y maximizar el valor de sus paisajes e historia.
Por su lado, la Abg. Karina Flores, Secretaría Departamental de Turismo de la IX Gobernación de Paraguarí, cuenta que desde hace siete años trabajan en el “Proceso de Desarrollo Turístico Sustentable y Sostenible en el Destino Paraguarí”, un programa que busca no solo mejorar alojamientos y servicios gastronómicos, sino también profesionalizar a guías turísticos, cocineros y personal de atención al visitante, en colaboración con organismos internacionales y nacionales.
La ciudad se promociona activamente para atraer visitantes e inversores, con circuitos turísticos, ferias y campañas que muestran lo mejor de sus paisajes, cultura y tradiciones. Flores asegura que “Visitar Paraguarí hoy día ya no es solo un simple paseo, sino un conjunto de experiencias vivenciales que marcan la diferencia”, destacando cómo cada detalle está pensado para que los turistas se lleven un recuerdo único y vivan la ciudad con todos los sentidos.
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