En un esfuerzo por abordar uno de los mayores desafíos globales, Paul Grimm, directivo de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu) y gerente de Relaciones Públicas e Institucionales de los supermercados Casa Rica y Areté, participó del Seminario Internacional ODS2 Hambre Cero: Hacia Sistemas Sostenibles, una mirada hacia las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA).
Organizado en colaboración con la FAO y el Ministerio de Desarrollo Social, este evento se centró en la urgente necesidad de combatir el desperdicio alimentario y promover políticas para garantizar sistemas alimentarios más equitativos y sostenibles.
Durante su intervención, Grimm abordó una realidad alarmante: cada año, toneladas de alimentos en buen estado son desechadas mientras millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria. Según la FAO, un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o desperdician, lo que representa no solo una crisis ética y social, sino también un problema medioambiental que agrava el cambio climático.
Lucha contra el desperdicio
Grimm enfatizó el compromiso del sector supermercadista paraguayo, en particular de algunos supermercados asociados a Capasu, que han implementado programas de aprovechamiento de alimentos. Estas iniciativas permiten que los productos que ya no pueden ser comercializados, pero aún son aptos para el consumo, se donen a organizaciones no gubernamentales que ayudan a personas en situación de vulnerabilidad.
En 2023, los programas de reaprovechamiento de alimentos de Casa Rica y Areté lograron rescatar 127.680 kilos de alimentos, permitiendo alimentar y nutrir a 652 personas durante todo el año en seis hogares e instituciones. De esta forma, se pudo mejorar la calidad de vida a través de la apropiada alimentación a niñas, niños, personas de la tercera edad y personas en situación de calle.
Grimm subrayó que esta es una de las acciones más visibles y efectivas en la lucha contra el hambre en Paraguay, destacando el impacto directo de estas donaciones en comunidades que enfrentan inseguridad alimentaria, además desctacó la importancia de las alianzas para lograr los objetivos trazados.
Sinergia público-privada
Uno de los puntos centrales de la intervención de Paul Grimm fue la necesidad de alianzas público-privadas. "Para enfrentar el problema del desperdicio de alimentos a gran escala, necesitamos el apoyo tanto del sector privado como del público", afirmó. "Desde el sector, abogamos por incentivos fiscales que promuevan la donación de alimentos y políticas que faciliten la implementación de estos programas".
Grimm destacó la Ley 6601/2021, que regula la donación de alimentos en Paraguay, el cual es un avance importante. Sin embargo, señaló que es necesario seguir ampliando el marco regulatorio para incluir incentivos que impulsen a más empresas a participar en estas iniciativas, lo que a largo plazo ayudará a crear un sistema alimentario más equitativo y sostenible.
Conciencia social y empresarial
Más allá de los esfuerzos empresariales, Grimm también hizo un llamado a la concienciación ciudadana. "Los supermercados cumplen el rol de facilitadores, pero el cambio real vendrá cuando todos como sociedad comprendamos que el desperdicio de alimentos no es una opción. Debemos repensar cómo consumimos y qué hacemos con los alimentos que no utilizamos".
En este sentido, programas como los implementados en Casa Rica y Areté, al igual que en Superseis, Stock, Delimarket y otros asociados a la Capasu, buscan no solo mitigar las pérdidas, sino también generar una cultura de responsabilidad alimentaria en la que empresas y ciudadanos trabajen juntos para maximizar el uso de los recursos.
El futuro del aprovechamiento de alimentos en Paraguay
Para Grimm, el futuro del aprovechamiento de alimentos en Paraguay pasa por la expansión de estos programas, la creación de nuevos incentivos y la colaboración entre actores públicos y privados. "Si bien tenemos avances, todavía queda mucho por hacer. El objetivo de Hambre Cero es alcanzable, pero requiere del esfuerzo y compromiso de todos los sectores", afirmó.
La visión de Capasu y sus asociados es clara: seguir liderando iniciativas que no solo reduzcan el desperdicio, sino que aseguren que los alimentos lleguen a quienes más los necesitan, creando un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Prueba de ello es también la adhesión a la Colecta Nacional de Alimentos desde hace 20 años, cuya edición más reciente se celebró a inicios de octubre bajo la organización del Banco Nacional de Alimentos Paraguay.
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