Si bien actualmente ya existe el Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy) -para mejorar el acceso al crédito de las mipymes- para el diputado “es insuficiente porque está pensado para 10.000 a 11.000 pequeñas empresas”, sin embargo, el Fondo de Garantía de Crédito Contingente COVID-19 tiene como objetivo que las mipymes, empresas en riesgo y profesionales independientes accedan a créditos de manera ágil, con un período gracia de 360 días, plazo de 120 meses y un porcentaje de interés que no supere el 5%.
"Hasta hoy se tomaron muchas medidas de liquidez, pero las instituciones financieras no van a dar créditos en condición de riesgo, es decir, no le otorgarán créditos a empresas que pararon y tienen un panorama incierto", acotó. Cabe resaltar que los créditos que podrán ser resguardados son los que tuvieron como destino la continuidad de las actividades económicas imprescindibles.
En líneas generales, la propuesta de García consiste en la creación de un fondo que puede llegar hasta US$ 2.000 millones y resguarde a las entidades financieras que estarían otorgando créditos a empresas en riesgo, mipymes e independientes. En el caso de que estos créditos no puedan ser recuperados por los bancos, el fondo cubrirá a microempresas hasta el 95%, pequeñas empresas hasta 90%, medianas empresas hasta 80%, empresas en riesgo hasta 80% y trabajadores independientes hasta 80%.
Según el proyecto, el organismo administrador del fondo será la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) y puede ser constituido con aportes del Estado, pudiendo ser emisiones de títulos, bonos, reservas internacionales del BCP, recursos de las binacionales, empréstitos de organismos o instituciones nacionales o internacionales públicas, privadas o mixtas, así como demás instituciones del sistema financiero que se adhieran a otorgar garantías a las carteras de crédito.
Es importante aclarar que los empréstitos aprobados en la Ley de Emergencia Administrativa y Financiera también podrán formar parte del fondo. "Estos fondos no necesariamente se utilizarán, más que nada constituye un respaldo para las empresas en una situación excepcional. Se suele cuidar mucho la famosa estabilidad macroeconómica, pero si no utilizamos estos recursos con el tiempo tendremos inestabilidad social, mucha más gente con hambre y cadenas de empresas cerradas", argumentó García.
En cuanto a la inclusión de empresas que no son mipymes, manifestó que existen empresas que por su naturaleza redujeron a cero su facturación y requieren de una condición especial para recuperarse. "Hay que darles un tratamiento especial a los organizadores de eventos, por ejemplo, que tenían conciertos previstos para abril y ahora tienen que mantener empleos", añadió.
Por otro lado, el proyecto de constitución del fondo de garantía de créditos de contingencia COVID-19 obliga a los beneficiarios a utilizar los fondos exclusivamente para cumplir con las actividades económicas imprescindibles, mantener puestos de trabajo, regularizar funcionarios que no se encuentren inscriptos en IPS y cumplir las obligaciones tributarias. La vigencia del fondo será la misma que dure la emergencia sanitaria declarada por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
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