Otro de los cargos por lo que la Cámara inició el proceso fue por la supuesta obstrucción de Trump al Congreso. En este caso, el sentido del voto fue favorable en 229 ocasiones y 198 en contra. Con este hecho, Trump se suma a Andrew Johnson y a Bill Clinton como los presidentes sometidos a un impeachment, el tercero en la historia de Estados Unidos.
Según el analista político, Carlos Olmedo Colarte, las probabilidades de que Trump sea destituido vía impeachment “son nulas”, sin embargo, el partido demócrata ya está analizando hace tiempo usar este instrumento, aproximadamente desde que el presidente norteamericano fue acusado por supuesta intromisión del gobierno ruso durante las elecciones entre Trump y Clinton. “La correlación de fuerzas en el Senado favorece al oficialismo, finalmente los demócratas, con mayoría en la Cámara de Representantes, decidieron impulsar el juicio como un hecho político", expresó.
Para el analista, los argumentos presentados para el impeachment a Trump son bastante consistentes, tanto la figura de abuso de poder y obstaculización del funcionamiento del Congreso. “En el caso de la primera acusación, el argumento consiste en condicionar una ayuda gubernamental al gobierno de Ucrania para investigar a una persona para sacar rédito electoral”, apuntó.
En cuanto a la obstaculización del Congreso, Olmedo indicó que la acusación se fundamenta en que no se permitió que los funcionarios del Ejecutivo declarasen sobre la investigación que implica a Trump.
Asimismo, el analista sostuvo que en el caso de que el presidente actual de EE.UU. sea destituido, el vicepresidente Mike Pence asumiría el Ejecutivo y de esa manera se podría dar algunas variaciones en la coyuntura política norteamericana y mundial. “Electoralmente saldrían beneficiados los demócratas, que buscan romper con esa dinámica política de alternancia casi perfecta en los EE.UU., es decir, dos periodos con los republicanos al mando y dos con los demócratas”, acotó.
Por otra parte, expresó como consecuencia la moderación del discurso con el cual actualmente EE.UU. apoya a algunos gobiernos latinoamericanos, pero no se daría un cambio radical siendo Pence el presidente interino. Como ejemplos de gobiernos cercanos al oficialismo estadounidense nombró al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro y el gobierno de facto de Bolivia, quienes recibieron legitimación por parte de Trump.
Guerra comercial
Sobre la guerra comercial con China, Olmedo manifestó que si Trump sale de la presidencia no cesarían las tensiones con el gigante asiático, teniendo en cuenta que la política exterior estadounidense se mueve casi por inercia y responde a otros focos de poder, no necesariamente al peso que tenga el Ejecutivo. “A mí criterio, bajaría de decibeles a nivel retórico y mediático nada más. Hay que recordar que los presidentes de EE.UU. generalmente son presos del establishment”, finalizó el analista.
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