En términos de infraestructura y ubicación, Maluff explicó que la decisión de mudarse a Itá no fue casual, sino una respuesta a la expansión exponencial que experimentó la compañía. “Nuestro crecimiento fue tan grande que, en su momento, la planta en Fernando de la Mora ya no daba abasto para nuestras necesidades. Así que comenzamos a buscar un lugar donde pudiéramos ampliar nuestra capacidad y, a la vez, contar con una ciudad que nos ofreciera el potencial de recursos humanos y desarrollo económico que necesitábamos”, dijo.
Así, Base Base vio una oportunidad en Itá por su ubicación, cercana a universidades y con una población joven dispuesta a integrarse al mundo industrial. Esto permitió contribuir al desarrollo local, generando empleo para los habitantes de la ciudad y beneficiando a la economía mediante los impuestos que la empresa genera.
“Fui el que impulsó la decisión de mudarnos aquí. Es una ciudad que tiene mucho para ofrecer en términos de calidad de vida y nos permite ser parte activa de su desarrollo industrial”, añadió. La planta de Base Base en Itá ocupa una propiedad de 10 hectáreas, pero, según Maluff, la compañía está utilizando el 70% del terreno.
La fábrica de Base Base se construyó desde cero con el objetivo de satisfacer las necesidades de expansión de la empresa en todos los aspectos: capacidad productiva, mecanización, eficiencia energética y calidad. “Nuestro plan es ampliar la planta e instalar nuevas unidades productivas en el futuro cercano”, resaltó Maluff.
Actualmente, Base Base cuenta con un portafolio de casi 620 productos diferentes, lo que marca una diversificación en su capacidad de producción. “Somos una empresa que se adapta a las necesidades del mercado, y esa flexibilidad nos permite crecer constantemente”, comentó Maluff.
“El promedio de nuestro crecimiento es del 20%. Lo interesante es que este crecimiento es sostenido, incluso durante tiempos difíciles, lo que demuestra que la empresa está bien posicionada en el mercado nacional”, señaló el director.
En cuanto a las exportaciones, si bien la empresa no las realiza de forma directa, actualmente algunos de sus productos llegan a Argentina y Brasil de manera indirecta. “Estamos apuntando a exportar directamente a varios países. Sabemos que no es fácil, especialmente en mercados como el Mercosur, donde los países protegen mucho a sus industrias, pero estamos trabajando para hacer posible esta expansión”, comentó Maluff.
Por otro lado, la empresa está apostando por productos biodegradables, especialmente en áreas como cosméticos y productos farmacéuticos, como jabones y repelentes. “La mayoría de nuestros productos son biodegradables, y estamos trabajando para mejorar aún más nuestros procesos. Queremos que nuestros productos sean de alta calidad y respeten el medioambiente”, manifestó Ricardo.
Respecto a las proyecciones para 2025, la empresa prevé continuar con su crecimiento anual del 20%. “Estamos convencidos de que 2025 será un buen año. Las nuevas unidades productivas que estamos desarrollando nos permitirán aumentar aún más nuestra capacidad de producción. Además, con la mejora en los acuerdos comerciales entre el Mercosur y Europa, las posibilidades de crecimiento en mercados internacionales son aún mayores”, refirió Maluff.
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