Loblein puntualizó que los ahorros crecieron y los créditos descendieron en el rango comparativo interanual. “Conforme a los números de octubre, vemos que vamos a cerrar muy buenos números en el crecimiento de activos. Tenemos una morosidad controlada, dentro de los niveles que históricamente se mantienen en esos meses en el sector, con excedentes muy buenos, con un 44% más comparando el mismo periodo del año pasado”, dijo.
Con relación al comportamiento de la cartera de clientes, precisó que la de ahorro creció, como el año pasado, en la misma proporción, por lo que se mantuvo un aumento similar al mismo lapso del año anterior, cuando dicha diferencia positiva se mantuvo en el orden del 14%.
Sin embargo, la cartera de créditos arrojó una disminución, pero inferior a lo registrado el año pasado. “Quizá en los rangos históricos es menos, recién a partir de julio empezaron a repuntar las solicitudes de crédito”, expresó.
Desde su punto de vista, la situación favorable para los créditos, al inicio del último semestre del año, coincidió con el repunte económico, y hay una “esperanza fuerte de que en este último mes las cifras sean superiores”, apuntó.
Las perspectivas para el 2022, por su lado, auguran más estabilidad, dependiendo a su vez de la recuperación económica sostenida y de que no haya un retroceso con la pandemia.
“Fue un año positivo porque se da una situación en la cual los mismos socios están buscando mecanismos de cómo salir adelante, pidiendo créditos, y las cooperativas están con una alta liquidez, con un 29% de crecimiento”, sostuvo.
Reiteró que “hay capital operativo y dinero disponible” para conceder créditos a los socios del Incoop, que aglutina a 937 cooperativas. “Las cooperativas necesitan colocar los créditos y además hay buenas perspectivas para el año entrante”, remarcó el directivo cooperativista.
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