Respecto al tema, Juan Olmedo, gerente general de la Dirección Nacional de Aduanas, señaló que la operatividad del puente no depende de autoridades locales, como municipalidades o instituciones nacionales, sino de acuerdos bilaterales entre ambos países, gestionados por la Cancillería a través de comités técnicos. “Primero hay que definir un cronograma de implementación que considere la infraestructura, logística, oficinas y conectividad de sistemas antes de habilitar cualquier medida”, afirmó.
Actualmente, el Puente de la Amistad, principal vía entre Ciudad del Este y Foz de Iguazú, registra un colapso debido a la mezcla de tránsito turístico y comercial. Según Olmedo, la congestión afecta tanto a la importación y exportación de Paraguay como a los productos brasileños que cruzan hacia Paraguay, generando un desorden generalizado que el nuevo puente busca mitigar.
El plan de habilitación contempla que el Puente de Integración sea utilizado inicialmente para vehículos en lastre, es decir, camiones vacíos que se trasladan para cargar o descargar mercancía. Esta medida piloto, aprobada por la municipalidad de Presidente Franco, permitirá probar los sistemas de control y tránsito antes de incorporar cargas completas o personas. “Esto asegura que la operación sea ordenada y formal, evitando repetir los problemas que hoy tiene el Puente de la Amistad”, dijo Olmedo.
Por su parte, Agustín García, vicepresidente de Atolpar (Asociación de Transitorios del Paraguay y Operadores Logísticos) destacó que separar el flujo de vehículos turísticos del transporte de carga generará beneficios inmediatos en distintos frentes. “En vez de que un turista pierda tres o cuatro horas cruzando el puente, tendremos una disminución significativa de los tiempos. Esto se traduce en menores costos operativos para empresas y mayor seguridad vial, al separar los flujos de carga y turismo”, dijo.
“Cuando la carga llega más rápido a los depósitos del importador y sale a tiempo del exportador, se reduce el costo de personal y otros gastos operativos. Esto también impulsa el comercio exterior y mejora la fluidez entre Paraguay y Brasil, e incluso con Argentina, ya que hoy en día vemos argentinos haciendo turismo de compra en la zona de Ciudad del Este”, agregó García.
El gerente de Aduanas igualmente, dijo que aún faltan obras importantes: en el lado paraguayo, aunque la infraestructura civil avanza, se requiere completar el montaje tecnológico, la infraestructura mobiliaria y la dotación de recursos humanos. En el lado brasileño, la obra todavía no está concluida, lo que hace que cualquier fecha de apertura completa sea aún especulativa.
Asimismo, García de Atolpar remarcó que, “es fundamental desarrollar y fortalecer parques industriales, depósitos en zonas francas y áreas de asistencia para apoyar la operación eficiente del transporte de carga. Además, de realizar la digitalización de procesos aduaneros y de control fronterizo, siguiendo modelos como los implementados del lado brasileño”.
En cuanto al impacto en el comercio formal, Olmedo aseguró que la implementación del puente permitirá agilizar el tránsito de cargas y comprimir los procesos logísticos, generando beneficios para importadores y exportadores. Además, el sistema garantizará que el flujo turístico y comercial se maneje de manera separada, evitando distorsiones en la comercialización y facilitando la planificación de los negocios fronterizos.
“El objetivo es que el Puente de Integración funcione como un modelo eficiente y seguro, que permita descongestionar la zona y fortalecer la competitividad del comercio entre ambos países”, puntualizó.
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