Los productores esperaban percibir mínimamente unos US$ 300 por tonelada, para cuadrar de cierta forma sus inversiones y pagar los créditos asumidos, pero con estos US$ 50 que dejan de recibir, la situación financiera se agrava, refirió.
“Es la caída más importante que hemos tenido en los últimos años, encima se siente bastante, porque de un año a otro tenemos un descenso de entre US$ 50 a US$ 60 en los precios finales”, aclaró.
Esto resulta perjudicial para los productores, porque se realizaron grandes inversiones en las cosechas, basándose en los precios de 2018. Están las causas climatológicas (sequía en principio) que influyó en la pérdida de 2.000.000 toneladas de soja, y el mencionado descenso en los valores internacionales. Con la conjunción de ambos factores, se dejaría de percibir US$ 1.200.000 millones en materia de divisas.
“La soja zafriña puede ayudar a repuntar un poco los balances en rojo, pero estamos expectantes debido a que las excesivas lluvias podrían afectar los rindes”, afirmó.
Principal mercado
Explicó que, a diferencia de 2018, cuando Argentina estaba pasando por un momento complejo (a causa de la sequía), para este año estiman alcanzar un volumen récord de producción, de 56.000.000 de toneladas.
A esto se suma que la tasa de estadística que se pagaba para la exportación de productos nacionales a dicho país, subió de 0,5% a 2,5%, desde hace unas semanas. “Esto hará que se encarezcan los costos del productor, teniendo que bajar los precios incluso o buscar otro mercado más competitivo", resaltó.
“En esta situación, hay 40.000 productores comprometidos que van a tener que refinanciar sus deudas", complementó.
Industrialización
Al consultarle si una mayor industrialización a nivel local podría llegar a paliar de cierta forma estas pérdidas, explicó que no considera que este sea un factor que marque una diferencia abismal en el panorama actual.
Pero apuntó que siempre es bueno que se invierta en dar valor agregado y en generar más oportunidades en toda la cadena.
Proyecciones
En un panorama auspicioso se alcanzaría un máximo de 9.000.000 de toneladas, de las cuales 3.500.000 serán industrializadas en el mercado local, y 5.400.000 (aproximadamente) irán al mercado de exportación.
“Veremos si nos sorprende la soja zafriña, pero estamos expectantes, porque con las constantes lluvias no sabemos cómo serán los rindes por hectárea”, adelantó.
Histórico
Si se cumplen los pronósticos del titular de Capeco, igualmente estaríamos cerrando un año con un importante promedio de exportaciones.
En los últimos años, se exportó un total de 4.540.690 toneladas (2015), 4.935.695 toneladas (2016), 5.316.577 toneladas (en 2017), 5.187.247 toneladas (en 2018) y 2.001.415 toneladas (de enero a abril de 2019)
En movimiento de divisas, en estos mismos años se tuvo un ingreso (en US$) de 1.645.009.341, 1.721.164.366, 1.881.797.667, 1.963.131.619 y 681.032.775, respectivamente.
En tanto, los principales países de destino son Argentina, Rusia, Turquía, Brasil, Portugal, Países Bajos, y otros 38 destinos con menor volumen de compra.
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