“Solo un 12% de todas las garrafas que están circulando en el mercado cumplen con la reglamentación que les exigelas inspecciones, incluyendo pruebas. La normativa establece que las garrafas deben ser rehabilitadas cada cinco años, hasta que su condición no sea apta para circulación”, indicó el Ingeniero Robert Duarte, gerente de Labsol S.A.
Según lo establecido por la resolución N° 1478/13 del Ministerio de Industria y Comercio, la totalidad de los recipientes portátiles de GLP, deben ser habilitados para su primer uso y rehabilitados cada cinco años.
Duarte explicó que se puede comprobar la habilitación, atendiendo la marca que tiene la garrafa en el cuello. “Ahí tiene que figurar el mes o año en la cual fue habilitada por última vez tras haber superado la prueba hidrostática. Esto es lo que debemos verificar en nuestras garrafas o cuando nos entregan una garrafa recargada”. Añadió, “todo puesto de GLP debe tener garrafas vacías y rehabilitadas para cambiarlas por las que llevan los usuarios”.
La empresa Labsol es aliada comercial de la reconocida marca internacional, Puma Energy. Mediante la misma se logró certificar el 100% de las garrafas de 10 kg y 13 kg de la división PumaGas, en el territorio latinoamericano.
“Las garrafas habilitadas tienen una seguridad comprobada para el consumidor, esa es la atribución principal y certifica que no tendrá pérdidas de gas, que el material y la soldadura están en condiciones seguras para el uso. Es una manera de minimizar los riesgos de utilizar una garrafa, como: explosión, incendios, o pérdida del contenido -gas- por pequeños orificios”.
Resolución 1387/16 y el vencimiento del plazo de adecuación
En noviembre de 2016, el MIC emitió la resolución 1387/16 mediante la cual establece un plazo de adecuación de 180 días, a las empresas de fraccionamiento de GLP, para retirar de circulación las garrafas en mal estado. Dicha prórroga finalizó el 1 de mayo de este año.
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