Pablo Zabala, presidente de la Cámara Paraguaya de Servicios y Tercerización BPO (Capaser), señaló en entrevista con InfoNegocios que “Egipto no alcanzó este nivel por azar. Hubo planificación estratégica, incentivos fiscales, zonas tecnológicas y, sobre todo, un fuerte énfasis en la capacitación de su gente”. En comparación, Paraguay ya cuenta con 12.000 empleos directos y alrededor de US$ 150 millones en exportaciones de servicios, un número modesto si se mide frente a los gigantes globales, pero que evidencia un potencial en crecimiento.
La industria de servicios en Paraguay está evolucionando más allá del BPO tradicional. “Hoy no hablamos solo de atención al cliente. La industria del conocimiento ya exporta talento bilingüe y trilingüe, capaz de brindar servicios financieros, médicos y tecnológicos con know-how especializado”, explica Zabala. Sin embargo, el crecimiento todavía está limitado por la falta de personal capacitado en idiomas y habilidades digitales, un punto crítico que requiere inversión sostenida y estrategias de largo plazo.
El idioma se ha convertido en un diferenciador competitivo. Mientras que Egipto amplió su oferta de idiomas incluyendo inglés, francés, alemán y árabe, Paraguay todavía opera principalmente con español e inglés. Desde empresas como Epicus Corporate, cuyo CEO también es Pablo Zabala, ya se está exportando talento que maneja inglés, ruso y español, abriendo nuevas oportunidades en mercados donde otros competidores no llegan. Según el especialista, “Paraguay tiene la ventaja de contar con más del 90% de su población bilingüe, lo que nos permite adoptar con rapidez idiomas que se hablan globalmente, como el inglés, y potenciarlo con capacitaciones estratégicas”.
El sector privado ya impulsa programas de formación, pero el desafío es diseñar un plan público-privado más agresivo que multiplique la oferta de talento y genere un ecosistema competitivo. “Con un plan de trabajo de cinco años, podríamos crecer a una tasa anual del 15% y duplicar la cantidad de profesionales exportables”, estima Zabala. Esto permitiría a Paraguay consolidarse como un destino confiable para la tercerización de servicios y la industria del conocimiento, generando empleo formal y conectando al país con los principales mercados del mundo.
Además, la actualización de la Ley de Maquila para incluir servicios representa un incentivo clave, comparable a un nuevo sponsor para el sector. Sin embargo, Zabala destaca que también hay que considerar desafíos externos, como la carga tributaria en países vecinos y la volatilidad del dólar, que afectan la competitividad de las exportaciones. “Brasil, por ejemplo, representa una gran oportunidad, pero la carga impositiva puede alcanzar hasta el 30% del valor de la factura”, comenta, subrayando la necesidad de estrategias fiscales y acuerdos internacionales que favorezcan la expansión.
El camino hacia un Paraguay competitivo en BPO y KPO requiere visión, escala, capacitación y promoción internacional. Como en Egipto, se trata de entrenar a la “cantera” de talento y salir a vender la camiseta del país en el mundo. Con un mercado interno con costos competitivos, estabilidad macroeconómica y una población joven y bilingüe, el país tiene los ingredientes necesarios para soñar en grande. La pregunta que queda en el aire, concluye Zabala, es si Paraguay está listo para salir a la cancha y pelear su clasificación en la liga global de servicios.
Si se aprovechan estas oportunidades, el país no solo podrá incrementar sus exportaciones y empleos, sino también fortalecer su posición en la industria del conocimiento, transformando vidas y consolidando su presencia en un mercado global en expansión.
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