Por Joe Leahy
Problemas de sedimentación en el puerto de Santos en Brasil, el cual es el puerto más grande en Latinoamérica, está forzando a todos los barcos a descargar 220 contenedores por buque para asegurar que no corran el riesgo de encallar, según informes de las compañías navieras.
Los ejecutivos del conglomerado danés AP Moller-Maersk, que tiene la línea naviera más grande del mundo y la terminal de contenedores más grande en Santos, dijeron que el hecho de que las autoridades portuarias no están realizando operaciones de dragado ha causado un incremento de sedimentación, lo cual ha forzado a los barcos a descargar 160 contenedores por cada 20 centímetros que se reduce el calado, la profundidad de inmersión de un buque en el agua. Añadieron que el problema les había costado cerca de R$150 millones (US$48 millones) a los operadores portuarios, las líneas navieras y al gobierno brasileño en julio.
“Si un buque de Maersk hace dos escalas por semana en el puerto de Santos, son 440 contenedores a la semana que no podemos cargar. Imagina lo que significa para un país que está intentando salir de una recesión”, dijo Antonio Domínguez, el director de operaciones de Maersk para la costa este de América del Sur.
Los problemas del puerto de Santos — los cuales han sido amplificados por cuestiones similares en otros puertos importantes en la costa del sureste de Brasil — destacan el reto que enfrenta la economía más grande de América Latina en superar el obstáculo que presenta su deficiente infraestructura.
El resurgimiento de Brasil de la peor recesión en su historia en los últimos dos años se ha debido en parte a su sector agrícola que lo ha convertido en el principal exportador de azúcar, café, jugo de naranja y pollo y en uno de los más exportadores más grandes de frijol de soja y carne vacuna.
Sin embargo, su recuperación sería más sólida si no fuera por la falta de inversión en carreteras, líneas ferroviarias y puertos, argumentan los analistas.
Según la compañía que maneja el puerto — Companhia Docas do Estado de São Paulo, o Codesp — se manejaron 44.2 millones de toneladas de exportaciones en los primeros seis meses de este año, un aumento de 2.2 por ciento comparado al año anterior y 16.9 de toneladas de importaciones, un incremento de 16.1 por ciento. Santos también manejó 1.8 millones de contenedores de unidad equivalente a veinte pies (TEU, por sus siglas en inglés) durante el mismo período, un incremento de 6.3 por ciento en comparación con el año pasado.
“Una vez que plantas algo, una vez que tienes melones, plátanos, mangos y manzanas, o una vez que matas una vaca o matas un pollo, necesitas transportarlo fuera del país”, dijo el Sr. Domínguez
“Si no puedes cargar 440 contenedores en cada buque que llega, entonces pierdes calidad, pierdes precio, pierdes tu competitividad”, dijo. “Brasil no es el único país que vende carne vacuna en el mundo”.
Maersk dijo que el problema surgió hace seis semanas cuando los remolcadores se rehusaron a tirar a buques con un calado mayor a 12.3 metros.
Codesp realizó un trabajo de dragado de emergencia y aumentó el límite a cerca de 13 metros, que aún seguía siendo un metro menos del nivel original de 14.3 metros, dijo el Sr. Domínguez.
El operador portuario no estaba disponible para comentar sobre el problema con respecto al dragado. Pero según algunos informes, se había detenido el dragado debido a caso presentado ante la corte en contra de un proceso de licitación para adjudicar el contrato a una compañía del sector privado.
La reducción del calado tomó por sorpresa a las terminales y líneas portuarias. Los buques que ya habían llegado a Santos se vieron forzados a descargar contenedores para poder salir del puerto. Otros buques que estaban en camino a Brasil desde Asia tuvieron que hacer escalas no programadas para reducir su cargamento y cumplir con la profundidad mínima aceptable.
El Sr. Domínguez afirmó que el importante puerto de Itajaí y Navegantes en el estado de Santa Catarina en el sur del país — el cual ha sido el principal punto de salida para contenedores refrigerados — se había cerrado debido a problemas de sedimentación a principios de este año.
Funcionarios de Maersk dijeron que los operadores de las terminales en Santos estaban ejerciendo presión sobre el gobierno para que le adjudicara la concesión del dragado a una cooperativa sin fines de lucro del sector privado compuesta por los operadores mismos para impedir problemas en el futuro. Pero esto requeriría un cambio en las leyes del país.
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