Para Paraguay, la cita representó una oportunidad clave de integración regional y posicionamiento en un mercado cada vez más competitivo. La gerente general de Inbio, Estela Ojeda, destacó en diálogo con InfoNegocios que el congreso no solo permitió acceder a los últimos avances tecnológicos y regulatorios en torno a las semillas, sino también generar vínculos estratégicos con actores internacionales que potencian el trabajo de la institución.
“Fue un espacio de crecimiento para nuestro equipo, porque además de asistir a conferencias y paneles, presentamos cuatro trabajos de investigación en el área de exposición. Eso nos dio la posibilidad de mostrar lo que estamos desarrollando en Paraguay y recibir retroalimentación de especialistas de gran nivel”, explicó Ojeda.
El congreso puso especial énfasis en la biotecnología aplicada al mejoramiento vegetal. Según Ojeda, uno de los ejes centrales fue la edición genética, herramienta que ofrece oportunidades para acelerar el desarrollo de variedades más resistentes y adaptadas a los desafíos productivos actuales.
“La edición genética hoy es una de las tecnologías que puede transformar la agricultura, porque permite avanzar en plazos mucho más cortos en comparación con los métodos tradicionales. Por eso, conocer cómo cada país está regulando este tema es fundamental para que la innovación llegue efectivamente al productor”, señaló la gerente de Inbio.
Otro bloque abordó las medidas sanitarias que afectan el movimiento de semillas en distintos mercados. “Es un aspecto crucial porque impacta directamente en el comercio internacional y en la competitividad de nuestros cultivos”, explicó. A esto se sumaron paneles sobre el tratamiento de semillas y, de manera especial, sobre propiedad intelectual.
Uno de los puntos más sensibles que se discutió en el congreso fue la protección de la propiedad intelectual en el ámbito de las semillas. Ojeda remarcó que la piratería y el comercio ilegal siguen siendo problemas que atentan contra la innovación y la formalización del sector.
“El desafío está en encontrar estrategias que permitan a los países garantizar que la inversión en investigación tenga un retorno y que los productores accedan a semillas de calidad certificada. Combatir el comercio ilegal no solo beneficia a las empresas, sino que asegura competitividad y productividad para toda la cadena”, expresó.
Además de lo técnico, el congreso fue una plataforma para generar conexiones con empresas e instituciones vinculadas a la producción de semillas y al mejoramiento agrícola. La comitiva paraguaya, encabezada por Inbio, aprovechó esta dinámica para fortalecer los programas de soja, maíz y trigo que lleva adelante la institución.
“Estar en contacto directo con referentes del sector nos abre puertas para futuras alianzas. Es importante que Paraguay tenga presencia en estos espacios porque nos permite actualizarnos, intercambiar experiencias y posicionarnos dentro de la región”, afirmó Ojeda.
La participación en el 10° Congreso de Semillas de las Américas marca, además, una nueva etapa para Inbio, que busca consolidar su rol como referente en biotecnología agrícola. Con la presentación de investigaciones propias y la interacción con líderes internacionales, la institución reafirma su compromiso con la innovación y la sostenibilidad en el agro paraguayo.
“Estamos convencidos de que la biotecnología y la investigación son pilares para enfrentar los retos de la agricultura moderna. Estos espacios nos impulsan a seguir trabajando en esa dirección”, concluyó Ojeda.
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