En entrevista con InfoNegocios, Wilfrido Zárate, expresidente y actual vicepresidente de la Cámara Algodonera del Paraguay (Cadelpa), confirmó que la superficie cultivada en el Chaco alcanzó este año un aproximado 60.000 hectáreas, a pesar de las dificultades climáticas que marcaron la zafra. “La intención de siembra era mucho mayor, pero la sequía inicial y luego las lluvias persistentes limitaron el avance”, explicó.
Además del Chaco, la región norte del país también mostró dinamismo, con unas 3.000 hectáreas de algodón mecanizado cultivadas en el departamento de San Pedro. “Se trata de un avance tímido pero sostenido”, apuntó Zárate, y agregó que el interés de medianos y grandes productores va en aumento, con una visión de largo plazo.
Uno de los factores determinantes para este resurgir del algodón es la incorporación de tecnología. “Hoy el proceso es completamente mecanizado. Ya no existen limitantes de infraestructura como antes. Hay luces para los tractores, maquinaria disponible y caminos transitables, lo que permite que se pueda sembrar y cosechar eficientemente”, señaló Zárate. En el Chaco, donde se concentra la mayor parte de la producción actual, la mecanización es total, lo que marca una diferencia significativa con las prácticas tradicionales del pasado.
El clima, el gran desafío
A pesar del interés creciente, el factor climático sigue siendo la principal amenaza para el desarrollo del algodón en Paraguay. “El clima es determinante. Primero hubo sequía, luego exceso de lluvias. Incluso ahora, en plena etapa de cosecha (junio a agosto), las lluvias dificultan el acceso y los trabajos de recolección”, indicó el vicepresidente de Cadelpa.
Según Zárate, el potencial del cultivo es alto, pero será clave que las condiciones climáticas acompañen en las próximas campañas. “El deseo de los productores es ampliar la superficie, pero depende totalmente del clima”, reiteró.
Además de crecer en volumen, el algodón paraguayo también gana en reconocimiento por su calidad. Zárate destacó que el algodón del Chaco es especialmente valorado en mercados internacionales, como Argentina y países asiáticos como Vietnam. “Nuestro algodón es muy apetecido. En Argentina incluso se prefiere por sobre el propio, y países emergentes de Asia están mostrando gran interés”, sostuvo.
Actualmente, Paraguay exporta a ambos destinos, aunque el volumen de envíos todavía es incipiente. “Todo lo que se produce se vende. La demanda está”, señaló, y añadió que el sector apunta a consolidar estos mercados y explorar nuevas oportunidades de exportación en Asia.
De cara a la campaña 2025-2026, la expectativa se mantiene. “La apuesta sigue vigente. El algodón tiene un rol interesante que jugar, especialmente en el Chaco”, comentó Zárate. Aunque no se aventuran cifras de crecimiento, desde Cadelpa se percibe que el rubro retomó fuerza y volvió a ser visto como una opción rentable por los productores, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan.
Así, el algodón paraguayo, con su historia de vaivenes, parece estar escribiendo un nuevo capítulo. Con tecnología, mercados interesados y un renovado espíritu productivo, el desafío ahora es consolidar su retorno y proyectarlo como una alternativa sostenible dentro de la diversificación agrícola nacional.
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