El arroz, que en sus inicios se destinaba principalmente al consumo interno, hoy se convirtió en un rubro de exportación estratégica. En 2024, Paraguay colocó en los mercados externos el 56% de su producción total, generando ingresos por US$ 440,8 millones, lo que representó el 4% de las exportaciones del país. Entre enero y mayo de 2025, las ventas ya alcanzaron 520 mil toneladas por un valor de US$ 200,8 millones, confirmando el dinamismo del sector.
El informe detalla que en 2024 Paraguay exportó arroz a 33 países, aunque el grueso del volumen tuvo como destino a Brasil, con el 78% de participación (601.579 toneladas), seguido de Chile con el 12,5%. En menor medida, también se registraron envíos a Costa Rica, Perú, Israel, Argentina y mercados de África.
El precio promedio FOB fue de US$ 573 por tonelada, aunque con diferencias importantes según el destino: mientras que Perú pagó hasta US$ 750 por tonelada, en mercados como Senegal los valores apenas superaron los US$ 330. La diversidad de precios refleja que Paraguay está en condiciones de abastecer tanto a mercados premium como a compradores más sensibles a costos.
En el plano regional, el Mercosur produjo 10,7 millones de toneladas en la campaña 2023/24, lo que equivale al 2% de la producción mundial. Brasil lidera con el 67% del total, seguido por Paraguay, Argentina y Uruguay, cada uno con participaciones cercanas al 10%.
Del total producido por el bloque, el 25% se destinó al comercio internacional, equivalente al 5% de las exportaciones globales de arroz. Si bien la cifra parece modesta frente a gigantes como India o Vietnam, el Cono Sur se ha consolidado como un proveedor confiable y competitivo, especialmente para mercados del continente americano.
El estudio del MAG advierte que el mercado internacional de arroz sigue siendo relativamente pequeño: menos del 12% de la producción mundial se comercializa fuera de los países productores. India domina las exportaciones con el 41%, seguida de Vietnam (13%) y Tailandia (11%), mientras que Filipinas se posiciona como el mayor importador mundial con el 10% del total.
En materia de precios, 2024 marcó un récord en la última década con valores de hasta US$ 588 por tonelada en Tailandia. Sin embargo, la tendencia cambió en 2025: en mayo, el arroz llegó a cotizar a US$ 282 por tonelada en la Bolsa de Chicago, una baja del 28% interanual. Esta volatilidad obliga a los países exportadores, incluido Paraguay, a diversificar mercados y fortalecer acuerdos comerciales.
El informe también resalta avances tecnológicos en Asia que podrían transformar la producción mundial. India, por ejemplo, lanzó variedades de arroz con genoma editado que prometen aumentar la productividad en un 19% y reducir las emisiones en un 20%. Por su parte, Tailandia impulsa programas de arroz sostenible con reducciones de costos y mejoras ambientales significativas.
Aunque estas innovaciones aún no llegaron al Cono Sur, la tendencia apunta a que la competitividad futura estará marcada no solo por volumen y precios, sino también por la capacidad de producir de manera sostenible.
El arroz paraguayo dejó de ser un cultivo secundario y ya juega en las grandes ligas de los agronegocios. Con una superficie en expansión, rendimientos estables y exportaciones en ascenso, el país se afianza como un proveedor estratégico en la región.
El desafío será sostener la competitividad frente a la volatilidad internacional y, al mismo tiempo, explorar prácticas sostenibles que permitan diferenciar la producción paraguaya en un mercado global cada vez más exigente.
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