Igualmente, Esteban comentó su primera experiencia en un festival de cine argentino donde pudo apreciar cómo distintas miradas del mundo podían coexistir en la pantalla. “El cine es un observador constante de nuestro tiempo. Más que nunca, la cámara refleja nuestra sociedad y las emociones colectivas”, afirmó. Para él, cada proyecto es una oportunidad de explorar nuevas perspectivas y de transportar al espectador a experiencias que quizá nunca viviría en la vida cotidiana.
Durante sus primeros años en Argentina, Corti trabajó en varios largometrajes y documentales. Entre ellos destacan un largometraje "Viaje al Sol" y un documental sobre la movilidad. “El cine me permite recorrer mundos distintos, contar historias de lugares que nunca visité y conectar con culturas diversas”, explicó. Su carrera lo llevó a filmar proyectos en países como Uganda y Alemania, demostrando su capacidad para adaptarse a entornos complejos y desafiantes, siempre con un equipo confiable que asegura la excelencia visual.
Esteban Corti luego se radicó en Paraguay, trabajando en Fundación Teletón, colaboró en la producción de la película Jubentú de Ricardo Morínigo (la primera ficción paraguaya estrenada en cines tras la pandemia. “No nos fue espectacular en taquilla, pero la película nos llenó de orgullo y a quienes la vieron, también”, dijo. Actualmente, trabaja junto a Morínigo en una serie de ficción basada en la tragedia del Ycuá Bolaños "Agosto Poty" un proyecto ambicioso que combina narrativa intensa con un enfoque visual cuidado y detallista.
Corti también reflexionó sobre la evolución del cine y la experiencia del espectador. Desde las salas de cine de su infancia hasta la llegada de plataformas digitales, observó cómo cambian los hábitos de consumo y cómo el cine sigue siendo un lenguaje universal que trasciende generaciones. “Hoy hay más películas y más propuestas, pero el cine artístico y de calidad siempre encuentra su público. La clave es mantener la autenticidad y la pasión en cada proyecto”, aseguró.
Respecto al cine paraguayo, Esteban destacó su crecimiento y madurez. Señaló a 7 Cajas como un punto de inflexión: “A partir de esa película, el cine paraguayo dejó de ser visto con cierta desconfianza. Hoy se habla de cine paraguayo, con estilo propio, con identidad, y con obras que reflejan la cultura y la época del país”. Según Corti, esta evolución también se vio respaldada por fondos concursables, incentivos y la consolidación de profesionales locales altamente capacitados.
El director de fotografía mencionó que, pese a los desafíos de la industria en Latinoamérica, el talento paraguayo está a la altura de cualquier cinematografía regional e incluso internacional. “Trabajé con equipos alemanes, y me sentí más seguro y confiado con mi equipo paraguayo. La capacitación, el compromiso y la pasión hacen la diferencia”, comentó.
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