“El fútbol americano en Paraguay surgió de un grupo de amigos que se reunía en Ñu Guazú a lanzar el balón y practicar rutas, allá por el 2009 o 2010”, recordó el entrenador. Aquel grupo informal se transformó en una organización tras recibir una donación de cascos y hombreras de parte de la Embajada de Estados Unidos, gracias a los contactos de un compatriota que había estudiado en Florida. “Eso fue clave, porque los equipamientos son lo más caro. Sin esa ayuda, el proyecto no habría arrancado”, comentó.
A partir de ese momento, los practicantes comenzaron a convocarse en redes sociales y a entrenar en la plaza Emiliano R. Fernández, sobre la avenida Madame Lynch. Con el tiempo, nacieron los primeros cuatro equipos: Titanes, Teju Yagua, Halcones y Black Dragons, que hoy siguen activos. En 2018 realizaron el primer torneo oficial de fútbol americano amateur del país, conocido como el “Tereré Bowl”, que desde entonces se consolidó como la competencia central del deporte.
La pandemia detuvo las actividades durante 2020 y 2021, pero en 2022 el fútbol americano regresó con fuerza. Mongelós relató que, además del deporte tradicional, la AFAP también impulsó el flag football, una versión sin contacto que debutará como disciplina olímpica en Los Ángeles 2028. “Queremos formar selecciones de flag football porque Paraguay es uno de los pocos países de la región que aún no tiene liga ni representantes”, explicó. Este 2025, la AFAP convocó a hombres y mujeres de todas las edades para practicar los sábados en la cancha del Club Mbiguá, que presta su espacio al equipo.
El próximo año, la asociación volverá a organizar el torneo nacional de fútbol americano. Las convocatorias arrancarán en enero de 2026 y, según el entrenador, cualquier persona puede participar, con o sin experiencia previa. “En mayo realizamos una especie de draft, donde los jugadores son seleccionados por los cuatro equipos y entrenan con ellos hasta el inicio del campeonato en julio”, detalló.
A pesar de los avances, Mongelós señaló que la AFAP enfrenta grandes desafíos, principalmente económicos y de reconocimiento institucional. “Nuestra prioridad es lograr que la Secretaría Nacional de Deportes nos reconozca oficialmente. Con eso podríamos acceder a patrocinadores, conseguir equipamientos y mejorar las condiciones de juego”, afirmó. Actualmente, los jugadores deben compartir los mismos cascos y hombreras entre equipos, ya que los costos de importación son muy altos.
El entrenador también destacó que el fútbol americano y el flag football son deportes inclusivos. “No hay limitantes. Cada tipo de físico tiene su posición. Si sos rápido, podés ser corredor; si sos alto, mariscal; si sos más robusto, liniero. Lo importante es animarse”, explicó. Además, invitó a los interesados a sumarse a las prácticas que se realizan los sábados desde las 16:00 en el Club Mbiguá. “El flag football se jugará hasta finales de noviembre, luego haremos una pausa en diciembre y retomaremos en enero con el fútbol americano”, añadió.
En cuanto a los costos, la AFAP solo cobra lo necesario para cubrir gastos operativos. “Cobramos 50 mil guaraníes mensuales para el flag football y 100 mil para el fútbol americano. Ese dinero se usa para pagar la ambulancia, los árbitros y la pintura de la cancha. No se lucra con esto”, aclaró Mongelós.
Finalmente, el entrenador dejó un mensaje claro a la ciudadanía y a las autoridades: “Queremos que se reconozca oficialmente el fútbol americano y el flag football como deportes practicados en Paraguay. Soñamos con representar al país en torneos internacionales y demostrar que también podemos destacarnos en esta disciplina”.
Con entusiasmo, disciplina y una comunidad en crecimiento, el fútbol americano paraguayo avanza paso a paso hacia su consolidación. Su próximo gran objetivo es conseguir el respaldo del Estado para dar el salto de la pasión amateur al reconocimiento nacional.

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