El “Paragua” asumió otro desafío en su carrera y está al frente del Olimpia Kings

(Por VA) Terminó su carrera de basquetbolista como campeón el pasado julio otorgándole a Olimpia Kings la estrella número 34 de su historia en el básquet y tan solo hace unas semanas decidió cargarse a la espalda la responsabilidad de dirigir al mismo equipo en busca del próximo éxito. Javier Martínez (41 años), también denominado el “Paragua”, nos habló un poco sobre la disciplina en Paraguay, su nuevo cargo y los juegos Odesur.


¿Cómo se dio tu llegada a la dirección técnica de Olimpia Kings?

Terminamos saliendo campeón en el torneo apertura pasado y luego me retiré de la actividad en cancha, después de esto asumió un entrenador uruguayo y me pusieron como asistente técnico, pero por cuestiones deportivas, de resultados, la dirigencia terminó cambiando al entrenador y me eligieron a mí para el cargo, así que tengo recién un partido jugado que fue el jueves 26 de setiembre, debutamos y empezamos con el pie derecho.

¿Es tu primera experiencia como entrenador?

En primera división sí, años anteriores ya tuve la suerte de dirigir inclusive un equipo femenino cuando todavía no me había recibido como entrenador, después cuando estaba terminando mi carrera en Argentina empecé a estudiar en la Escuela Nacional de Entrenadores de Básquet, durante tres años y cuando volví a Paraguay me hice cargo de la coordinación de la división Mini Kings, en donde estoy hasta ahora.

¿Qué significa para vos estar al frente de un conjunto como Olimpia Kings?

Creo que siempre dirigiría con la misma pasión pero sin lugar a duda es bueno tener la responsabilidad y presión de jugar o dirigir un equipo tan grande como Olimpia que estuvo saliendo campeón los últimos tres años, eso conlleva la obligación de estar todos los días a la altura de las circunstancias. Antes que nada es una situación placentera porque me encanta dedicarme a esto y al mismo tiempo un deber, por todo lo que demanda este club en el que la gente y la institución te exigen y los dirigentes son bastante particulares, no hay segundo puesto, entonces uno tiene que estar preparado.

¿Por qué decidiste retirarte este año?

Jugué en Argentina durante 15 años, del 2001 al 2016, en ese momento decidí retirarme a nivel profesional porque las exigencias allá son mucho mayores, no solamente a nivel deportivo sino logístico, se viaja muchísimo, descansas en los micros, estas de hotel en hotel, jugando partidos que a nivel físico, técnico y táctico son muy estrictos. Volví acá, ya con algunos problemas de rodilla y sabiendo que se acercaba el final pero como el manejo es diferente terminé jugando en Olimpia, así que estoy contento por haber vestido esta camiseta. Fue una decisión bastante pensada, a comienzos del año estaba entre que dirigía o seguía jugando y por suerte pude terminar mi carrera con broche de oro.

Sos considerado el mejor basquetbolista paraguayo, ¿qué opina al respecto?

Creo que como el básquet en Paraguay no es profesional el hecho de que un compatriota haya salido y se haya destacado tantos años en el exterior, además en Argentina que es la liga más importante de la región, contribuyó a formar esa opinión. Tal vez no todos piensen lo mismo, pero me siento bastante halagado, siempre estuve comprometido con mi trabajo y traté de superar los obstáculos, nunca me quedé pensando en qué pude haber hecho algo más, entonces creo que esa actitud es la que me representa y lo que tal vez alimenta esa idea.

¿Cómo ves el básquet en Paraguay actualmente?

Hay más apoyo de parte de la Secretaría Nacional de Deportes y el Comité Olímpico Paraguayo, pero lastimosamente no hay una política de gobierno para desarrollar los deportes como se debe y como se hace en otros países en los que parte del presupuesto gubernamental va al deporte, y en los que el básquet sí es profesional.

El básquet es un deporte que se actualiza constantemente, pero en Paraguay no es profesional, de manera que para organizarlo y que toda la estructura funcione es necesario tener una liga nacional integral, que se unan todas las federaciones del interior, no como ahora que solamente es un torneo metropolitano, de este modo no avanzaremos demasiado.

¿A qué te referís con que no está profesionalizado?

Me refiero a que un torneo dura seis a veces siete u ocho meses, el próximo puede empezar en marzo, el siguiente en mayo, es decir, se puede vivir de esto pero no constantemente. Para los jugadores el básquet es como un segundo trabajo, yo jugué a nivel profesional y cuando sos profesional entregás todo tu tiempo al deporte, acá ningún deportista puede hacerlo porque el básquet no está calendarizado, no recibe apoyo gubernamental ni de sponsors, un jugador debe elegir entre jugar y trabajar o jugar y estudiar, así en vez de mejorar cada día, más bien intentan mantener su nivel, no hay un crecimiento.

¿Qué opinás sobre la cancelación de los juegos Odesur?

Como dije anteriormente, nuestros gobernantes no priorizan la educación y el deporte, digo educación porque un niño puede formarse mucho mejor practicando algún deporte que teniendo un celular o jugando videojuegos todo el día, sin embargo el Gobierno decide no invertir en los juegos porque cree que es un gasto y no una inversión, sin tener en cuenta lo que conlleva la organización de un evento de esta envergadura en el país, tanto turística como deportiva y motivacionalmente, sería como vivir unas olimpiadas continentales acá. Además, Paraguay quedó muy mal parado puesto que la realización de los juegos estaba fijada desde hace años como para que lo cancelen poco antes y ahora vuelvan a analizar la posibilidad de desarrollarlo.

Personalmente, ¿cuáles son tus objetivos a largo plazo?

No me pongo objetivos a largo plazo por la incertidumbre que hay año a año, pero a corto plazo te podría decir que estoy bastante adentrado en lo que es el equipo de primera división, este torneo no va durar más de un mes y medio si llegamos a las finales así que prefiero pensar en lo que puedo dar hoy al equipo porque entre que termina esta temporada y comienza la siguiente voy a tener tres a cuatro meses para pensar en un proyecto más serio y marcar mis objetivos futuros.

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