Desde el inicio, Crawford impuso su estilo: jab metódico, movilidad, guardias variables y respuestas efectivas. Canelo lo intentó en ráfagas, buscó el golpe fuerte, presionó, pero nunca logró descifrar la defensa ni el ritmo de su rival. Al cierre del combate, Crawford había conectado más golpes totales y un dominio numérico con los jabs, mientras que Canelo lo aventajó en golpes de poder.
Con esa victoria, Crawford se suma a la élite del boxeo: logró ser campeón indiscutido en tres categorías de peso, junto a figuras como Claressa Shields y Henry Armstrong.
Lo que cada uno ganó en cifras
Canelo Álvarez aseguró una bolsa mínima de US$ 100 millones por el combate, de acuerdo con estimaciones confiables. Pero gracias a bonos de patrocinadores, derechos de transmisión y posibles premios extra, su ingreso podría haber llegado a los US$ 150 millones.
Terence Crawford, por su parte, tenía garantizados unos US$ 10 millones como retador, según declaraciones propias previas al combate. Pero las fuentes sostienen que sus ingresos totales, tras aplicar incentivos y acuerdos especiales, podrían también ascender a unos US$ 50 millones.
Impacto mediático: audiencia y Netflix
El combate no se transmitió por paga por evento tradicional: en su lugar, Netflix lo emitió globalmente para los suscriptores de la plataforma, sin costo adicional para quienes ya estaban suscritos.
Hasta el momento, la pelea superó en visualizaciones al combate entre Jake Paul y Mike Tyson, superando los 180 millones de vistas. Las estimaciones preliminares hablan de un evento de tremenda magnitud mediática.
Para Canelo, esta derrota constituye la tercera de su carrera profesional. Aun así, su prestigio, historial y la enorme bolsa económica que facturó la noche del combate subrayan que, más allá del resultado, su posición como una superestrella del boxeo sigue intacta.
En cuanto a Crawford, esta victoria lo consagra como uno de los mejores libras por libra de la actualidad. Subió dos categorías de peso para este combate, lo hizo sin perder su invicto, y lo hizo destronando al campeón más mediático en la división.
El hecho de que la pelea se haya disputado frente a más de 70.000 espectadores en el Allegiant Stadium remata la magnitud del evento. Además del récord de asistencia, la recaudación por taquilla (gate revenue) fue impresionante, sumada a los contratos con Netflix y otros sponsors.
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