El gran protagonista volvió a ser la carne bovina, que alcanzó 276.764 toneladas y generó ingresos por US$ 1.604 millones, con un salto interanual del 31,7% en facturación. En este rubro, Chile se mantiene como el principal destino, con compras por US$ 514 millones, seguido de Taiwán (US$ 221 millones), Israel (US$ 173 millones) y Estados Unidos (US$ 147 millones). Brasil, Rusia y Canadá también figuran entre los principales clientes, consolidando un mapa diversificado de mercados.
Un dato relevante del informe es el repunte de la menudencia bovina, que experimentó un crecimiento del 50% en volumen y del 76% en valor, totalizando 57.656 toneladas por US$ 108 millones. Rusia lidera las compras de este producto, seguido por Taiwán, Egipto y Vietnam, lo que muestra la importancia de los mercados alternativos en la estrategia exportadora paraguaya.
La carne porcina también registró un salto significativo: con 13.475 toneladas exportadas por US$ 40,5 millones, logró un incremento del 66% en volumen y del 76% en valor frente a 2024. En este segmento, Taiwán absorbe más del 75% de los envíos, aunque Uruguay, Brasil y Georgia también aparecen como compradores.
En contraste, la carne aviar tuvo un retroceso, con una caída del 25% en volumen y valor, al ubicarse en 3.754 toneladas por US$ 6 millones. No obstante, las exportaciones de despojos y menudencias aviares compensaron parcialmente esta merma, con crecimientos de hasta tres dígitos en algunos casos.
El informe del Senacsa también destacó la importancia de los subproductos no comestibles, como sebo, cuero y harina, que totalizaron 149.245 toneladas por un valor de US$ 147 millones. Estados Unidos, Brasil e Italia fueron los principales destinos. Estos rubros, aunque menos visibles, aportan divisas clave y fortalecen la cadena de valor ganadera.
Desde el punto de vista histórico, el desempeño de 2025 marca un nuevo récord para el sector. En comparación con 2019, las exportaciones de carne y menudencias bovinas crecieron 77% en volumen y 149% en valor, lo que evidencia la consolidación del país como uno de los principales jugadores del mercado global de proteínas.
El dinamismo también se refleja en la expansión de los destinos: Paraguay colocó sus productos en más de 50 mercados, desde socios tradicionales en América y Asia hasta destinos emergentes en África y Medio Oriente. Este abanico diversificado no solo refuerza la estabilidad del sector, sino que también abre nuevas oportunidades para la industria cárnica nacional.
En términos de balanza comercial, las importaciones de subproductos también mostraron movimiento. Entre enero y septiembre ingresaron al país 46.299 toneladas por un valor de US$ 163 millones, principalmente desde Brasil y Argentina. Sin embargo, el saldo neto sigue siendo ampliamente favorable para Paraguay.
Los números refuerzan el rol estratégico de la ganadería en la economía nacional. Con más de US$ 2.000 millones generados en nueve meses, el sector cárnico no solo lidera las exportaciones paraguayas, sino que también se posiciona como un motor de divisas y empleo. De cara al cierre de 2025, el desafío será sostener el ritmo en un contexto global de alta competencia y exigencias crecientes en materia de calidad, trazabilidad y sostenibilidad.
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