Según Mannarini, el 2024 marcó un punto crucial en la historia de la producción porcina. Durante el año pasado, los ingresos por exportación de productos porcinos prácticamente se duplicaron en comparación con el año anterior. En el 2023, se exportaron 7.689.596 kilos que representaron divisas por US$ 19 millones, de acuerdo a los datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal.
“Estamos viviendo momentos históricos, pero más importante que eso son las proyecciones que tenemos. Estoy totalmente convencido de que en el 2025 tenemos la oportunidad de superar ampliamente al 2024 con la apertura de nuevos mercados y el crecimiento del consumo interno”, afirmó. Este optimismo está respaldado por el esfuerzo conjunto de productores grandes, medianos y pequeños, quienes buscan aprovechar el potencial económico y social de la industria.
Este crecimiento acelerado no está exento de desafíos. El presidente de la APPC destacó la necesidad de reactivar granjas cerradas durante los años de crisis (2021-2022) y de fomentar nuevas iniciativas. La transformación de la industria impulsó una demanda que los productores aún luchan por satisfacer, especialmente en el mercado interno. Durante diciembre, por ejemplo, se registró una escasez notable de carne porcina, lo que elevó considerablemente los precios.
Para enfrentar estos retos, es fundamental el apoyo del Banco Nacional de Fomento (BNF). Mannarini subrayó que el desarrollo de la industria depende en gran medida de créditos accesibles y oportunos, especialmente para los pequeños y medianos productores que representan el motor económico y social del sector. “La reactivación de granjas es esencial no solo para el crecimiento económico, sino también para la generación de empleo en el ámbito rural”, destacó.
Obstáculos en el camino: el papel del BNF
A pesar del potencial de la industria porcina, desde el gremio de criadores porcinos publicaron un comunicado en el que denunciaron supuestos retrasos burocráticos en el Banco Nacional de Fomento, lo cual genera preocupación entre los productores. Mannarini reveló que el proceso de aprobación y desembolso de créditos es excesivamente lento. “Hay créditos aprobados desde hace más de ocho o nueve meses que aún no fueron desembolsados”, denunció.
El presidente de la APPC también alertó sobre los rumores que circulan en torno al uso de la burocracia como herramienta de presión para obtener incentivos. “Si esto no es así, estamos frente a funcionarios incapaces de cumplir con sus funciones, lo cual también es una forma de corrupción”, señaló. Además, lamentó que estas demoras estén obstaculizando el crecimiento de una industria con un mercado seguro y un impacto positivo en la economía nacional.
Mannarini hizo un llamado a la opinión pública y a otros gremios para unir fuerzas y exigir cambios estructurales en el BNF. Según él, es imprescindible que las instituciones financieras del Estado alineen sus objetivos con los del sector productivo para no desperdiciar esta oportunidad histórica de desarrollo económico y social. Mientras tanto, los productores continúan luchando por superar los obstáculos y mantener el rumbo hacia un 2025 aún más prometedor.
OTRA CAMPANA
Tu opinión enriquece este artículo: