“Estamos con una muy buena producción, te diría que una alta producción histórica que no habíamos tenido en años. Gracias a Dios, el consumo interno se ha recuperado, sobre todo por el cambio en la política económica de Argentina, que dejó de ingresar productos ilegales, principalmente desde ese país”, afirmó Zarza. Esta situación permitió al sector absorber la creciente producción nacional.
El gremio estima que, durante el último año, la producción de huevos en el país aumentó entre un 10% y un 15%. Este crecimiento se debe, en parte, a la adaptación de antiguos productores de pollo, quienes reconvirtieron sus instalaciones en granjas para la producción de huevo. “Muchas de estas instalaciones, aunque no sean ideales para este fin, fueron reutilizadas, lo que permitió a los granjeros mantenerse activos en el sector avícola”, explicó.
Zarza también señaló que varias granjas pequeñas y medianas, con poblaciones de hasta 150.000 gallinas ponedoras, se sumaron a la producción, fortaleciendo el mercado y logrando precios competitivos en los últimos meses. Este panorama genera optimismo respecto a la capacidad del sector para satisfacer la demanda durante temporadas clave, como Semana Santa.
En cuanto a los retos que enfrenta el sector, Zarza subrayó la importancia de mantener altos estándares de bioseguridad, especialmente ante la amenaza latente de la influenza aviar. “Aunque hasta ahora estamos exentos de esta enfermedad, instamos constantemente a los productores a mejorar sus mecanismos de bioseguridad”, indicó.
Además, el gremio colabora con las autoridades sanitarias en el control del ingreso ilegal de productos, una medida esencial para proteger tanto a los productores locales como a los consumidores. “Cualquier amenaza al sector impacta, tarde o temprano, en el consumidor final”, puntualizó.
Semana Santa: precios y demanda
Consultado sobre las expectativas para Semana Santa, Zarza admitió que la producción actual reduce la probabilidad de una escasez similar a la del año pasado. Sin embargo, destacó que la demanda siempre aumenta durante este periodo, lo que podría generar nuevamente un incremento en los precios.
“El consumo se incrementa mucho en Semana Santa, mientras que la oferta disminuye por dos motivos: el calor y la desaparición de la producción casera, que suele aportar entre 400.000 y 500.000 huevos diarios al mercado entre julio y diciembre”, explicó.
Con una producción nacional en crecimiento y medidas preventivas en marcha, el sector avícola local se muestra robusto y preparado para enfrentar los desafíos futuros, consolidándose como un pilar clave de la economía nacional.
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