Gastón Riveira no responde al perfil de un parrillero clásico, se lo puede definir como un verdadero cocinero: selecciona la mercadería, saca costos, prueba cada plato e investiga tendencias. Está en cada uno de los detalles, es un empresario todo terreno. Por eso, el concepto que desarrolló para La Cabrera va mucho más allá de la tradicional parrilla para convertirse en lo que hoy muchos definen como una parrilla boutique o de culto.
Desde chico le gustaba la cocina, vocación que nació del contacto con sus abuelos. Por eso, al terminar el colegio secundario, Riveira decidió estudiar cocina. Ingresó en la escuela de Alicia Berger y paralelamente trabajó en diferentes restaurantes y hoteles. Luego viajó a Europa, estudió en Lenotre, Francia, e hizo stages en Italia, Londres y San Pablo, y junto a Alex Atala, en Brasil.
“En Londres estuve en un restaurante que tiene tres estrellas Michelin. Es ahí donde conocí verdaderamente la presión de lo que es trabajar con mucho detalle. De ver al chef tirar los platos al tacho de basura, gritar y trabajar con mucha tensión constantemente”, recuerda Gastón.
Cuando sintió que era hora de tener su propio espacio, se inclinó por la carne, “el ingrediente nacional, lo que le gusta a todos” y decidió crear un nuevo concepto en parrilla. Así nació La Cabrera, un restaurant que cumple 15 años en 2017 y que cuenta con dos locales en Buenos Aires, así como franquicias en países como Filipinas, Brasil, México, Perú, Bolivia y Paraguay.
UN LUGAR IMPECABLE
En este local gastronómico, considerado como uno de los mejores de Asunción, no solo es posible comer la mejor carne y tomar un vino excelente, sino también vivir una experiencia de disfrute en el ambiente y el servicio. “Quería que fuese un lugar impecable en el que todo el mundo comiese bien y lo pasase mejor”, destaca Riveira.
Los que llegan a La Cabrera saben que podrán suavizar las esperas con una copa de espumante y una picada. Al ingresar, serán ubicados en alguno de los diferentes salones, decorados con muy buen gusto. Entre trenes, globos aerostáticos, sombreros y carteles, sobresalen las vacas, las verdaderas protagonistas. Algunas tienen efectos especiales para apreciar los cortes señalizados y tener idea, de forma didáctica, de lo que se come. Otras son creaciones artísticas, todas representan la especialidad de la casa.
Ya en la mesa, en pocos minutos, es posible elegir los platos de la carta. Detrás de escena, el cuidado es intensivo: desde la selección de la mejor materia prima de la temporada y su tratamiento, en un marco de higiene, hasta el respeto de los puntos de cocción adecuados. Las guarniciones para acompañar cada plato servidas en cazuelitas son otro sello del restaurant, así como sus deliciosos postres. Y no todo es carne: hay opciones vegetarianas gourmet como brochette de vegetales, huevos a la plancha con morrones asados, ensaladas y pastas caseras.
La configuración del equipo de trabajo es otro punto clave para lograr el éxito. La formación del personal es continua: todos participan en la escuelita La Cabrera donde aprenden técnicas de servicio, cocción e idiomas. Cada etapa, desde la entrada al local, hasta los clásicos chupetines que endulzan la despedida, conforman los diversos eslabones de la experiencia La Cabrera, un restaurant que durante cuatro años ocupó el ranking de los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica.
DATOS
Santa Teresa 2795 y Coronel Cabrera.
Teléfonos 021 602327 - 021 602328
@LaCabreraParaguay
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