La Carolina acaba de abrir sus puertas y se destaca por ofrecer una carta muy original y variada en un ambiente inspirador. Para aquellos que buscan algo ligero pero sabroso, una selección de sándwiches y tostadas, que combinan ingredientes frescos, están listos para satisfacer cualquier antojo. El menú de cafetería está abierto durante todo el horario de atención.
Para los paladares más exigentes, el menú bistró está diseñado para brindar una experiencia culinaria más sofisticada. Además, cuentan con una carta de vinos elaborada exclusivamente para acompañar los deliciosos platos como también las exquisitas picadas, tablas y ensaladas. La idea principal es que quien visite La Carolina pueda tomar un latte y comer un cheesecake o comer un risotto con un croûte de salmón, pudiendo disfrutar de una variedad de sabores en un mismo lugar.
La temática del lugar está inspirada en un café francés. Su arquitectura es arte para los ojos y va mucho más allá, ambientada con detalles románticos y sofisticados que logran que cada espacio sea único y acogedor, para divertirse en familia y entre amigos. La cocina está a cargo del chef Gustavo Ojeda, reconocido en Alto Paraná como uno de los mejores exponentes de la gastronomía local.
“Tenemos el orgullo y la satisfacción de poder presentar una carta elaborada por el chef de la casa. Nuestros ingredientes son todos orgánicos, utilizamos productos de nuestra huerta y contamos con un menú que ofrece desde platos internacionales hasta la típica picada paraguaya tradicional, que no puede faltar en la casa”, señaló Liz María Carolina Martínez, propietaria de La Carolina.
Entre los recomendados de la carta están el c'est boeuf (lomito chaqueño vacuno, madurado) y el risotto de pulpo. La exquisita pasta de la casa rellena de zapallo asado, tomate seco y queso roquefort en suave salsa rosé no se queda atrás. “No puedo dejar de mencionar nuestros sabrosos postres, que no solo deleitan el paladar, sino que aportan alegría y dulzura al alma”, resaltó la joven emprendedora.
El lugar cuenta con una capacidad para 110 personas y dispone de estacionamiento propio para mayor comodidad de sus clientes. Ofrece distintos ambientes en interior y terrazas al aire libre para disfrutar de los mejores atardeceres y diferentes experiencias de acuerdo a la ocasión y a los gustos: un encuentro casual, celebrar un cumpleaños o aniversario, baby showers o revelaciones, una cita y hasta una reunión de negocios. Tienen un salón vip para eventos privados e íntimos, con una capacidad para 30 personas.
Un sueño hecho realidad
La Carolina surgió como un sueño de Liz. Un factor de gran importancia en este proyecto es la pasión que su madre tiene por el café. Durante su infancia, Liz solía acompañarla a las cafeterías de Foz de Iguazú, ya que en aquel entonces eran escasas en la zona. Para poder disfrutar de una merienda o un delicioso café, tenían que cruzar el puente. Este trasfondo significativo y personal inspiró a esta joven emprendedora a materializar su visión y crear La Carolina.
“Soy abogada de profesión y hace unos años tuve la oportunidad de enriquecer mis conocimientos al realizar una Maestría en Justicia Constitucional y Derechos Humanos en la Universidad Alma Mater Studiorum de Bolonia, Italia. Durante mi estancia en ese país, decidí aprovechar la oportunidad para sumergirme en la cultura local y, como parte de ello, comencé a estudiar el idioma italiano. Para mi sorpresa, el curso de idiomas iba más allá de las aulas convencionales y también incluía clases de cocina”, comentó Liz.
Fue cuando Liz descubrió su pasión por la gastronomía. “Al regresar a Paraguay, decidí seguir ese impulso y perseguir mi interés por la gastronomía y la pastelería. Fue así como empecé a estudiar en el Instituto Gastronómico de las Américas (IGA). Ese fue el puntal inicial para empezar el proyecto de La Carolina”, explicó.
Liz dice que cocinar es hacer magia. A medida que su vida ha seguido diversos caminos, ha tenido la oportunidad de descubrir una pasión que anteriormente permanecía latente. Ahora, puede afirmar con certeza que ama la cocina y disfruta enormemente de cocinar. Además, ha experimentado cómo la cocina tiene el poder de tocar las almas de las personas de una manera excepcional.
Un gran desafío
Para Liz, la gastronomía de Ciudad del Este está en su mejor momento y tiene un potencial increíble para ofrecer aún más. “Cada día se está fortaleciendo y evolucionando, y la gente está buscando nuevos y buenos lugares. Nuestro objetivo es brindar a nuestros clientes un espacio único que se adapte a todas las ocasiones y momentos del día. Desde desayunos y brunches energéticos, almuerzos a la carta y ejecutivos para una pausa durante el día, hasta meriendas reconfortantes y cenas íntimas. Estamos aquí para satisfacer todos los gustos”, manifestó.
“Este emprendimiento representa una gran oportunidad para mostrar todo lo que podemos hacer en el este del país y demostrar nuestro talento culinario. Nos enorgullece asumir este desafío y estamos felices de vivirlo. Queremos que cada visita a nuestro restaurante sea una experiencia memorable para nuestros comensales, donde puedan disfrutar de platos excepcionales, un ambiente acogedor y un servicio excepcional”, finalizó.
Más datos
Atienden todos los días y el número de contacto es el (0983) 130-033. Seguiles en Instagram: @lacarolina_py
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