Más allá de su sencillez, masa, relleno y fritura, cada emprendimiento ha sabido darle su sello particular, desde quienes la defienden como un sabor casero y auténtico, hasta los que la elevan con propuestas gourmet. En este Día de la Empanada, conversamos con referentes del rubro para conocer cómo viven esta fecha y qué hace única a su propuesta.
Para Sol Velilla, Brand Manager de Don Ramón Empanadas, la clave está en rescatar la esencia hogareña. “Nos enfocamos 100% en ese sabor paraguayo, en ese sabor a casa. Queremos que todos los paraguayos se identifiquen con nuestra marca y con la experiencia en nuestras sucursales”.
Con una carta que combina empanadas fritas y al horno, Don Ramón destaca por su carne jugosa, reina indiscutida del tereré rupá, sin dejar de lado clásicos como jamón y queso o pollo. Este año celebraron por quinta vez el Día Nacional de la Empanada Gratis, regalando unidades en todas sus sucursales como gesto de gratitud hacia los clientes.
El 2025 fue un año de consolidación, pues ya cuentan con 10 locales en distintas ciudades, y proyectan expandirse aún más, manteniendo como esencia la calidad, la atención cercana y el sabor auténtico de lo casero.
El concepto de Don Empanadón es distinto: sorprender al cliente con variedad y atención personalizada. Su propietaria, Laura Sánchez, destacó que lo que los distingue es el cariño al atender y la innovación constante. Su carta ofrece más de 34 sabores, incluyendo recetas exclusivas imposibles de encontrar en otro lugar. Entre los más pedidos están el clásico catupollo, la irreverente “empa de mi suegra” hecha de mondongo, y opciones vegetarianas como la de acelga con queso.
La propuesta se renueva con cada visita. “El cliente siempre encuentra algo nuevo que probar”, aseguró Sánchez. Así, Don Empanadón logra fidelizar con una mezcla de sabores innovadores y atención cercana que lo convierten en un referente.
Hablar de empanadas en Paraguay es también hablar de tradición, y allí aparece el histórico Lido Bar. Sus recetas caseras han trascendido generaciones, y siguen conquistando tanto a locales como a turistas. Micaela Garcete, jefa de marketing, comentó que “usamos recetas tradicionales que nos acompañan desde hace décadas, con rellenos generosos, masa fresca y ese toque que hace que cada empanada se sienta hecha a mano”.
Entre las preferidas siguen reinando la de carne y la de jamón y queso, aunque también sorprenden con versiones como la de pescado o la de lomito al catupiry, que se suman a su carta diversa. Para celebrar el Día de la Empanada, el Lido lanzó promociones con bancos aliados y sorteos en Instagram, reforzando la relación con un público fiel que los elige hace más de 60 años.
Con una propuesta diferente, Sabores de mi Tierra, liderada por Jaime Harasic y su esposa Sandra Alberto, apunta a un público exigente que busca calidad premium y variedad gourmet. Desde sus inicios, “queríamos ser los Mercedes Benz de las empanadas, usando siempre las mejores materias primas y manteniendo la calidad a muerte”, comentó Harasic.
Hoy ofrecen 34 sabores diferentes, incluyendo opciones poco comunes en el mercado, la de camarón con muzzarella y la de salmón al roquefort son dos de las favoritas entre quienes buscan experiencias distintas. Además, fueron pioneros en etiquetar cada empanada con nombre y logo, en congelarlas sin conservantes mediante un sistema rápido y en mantener estándares estrictos de higiene y servicio. Con tres locales propios, Sabores de mi Tierra se ha consolidado como un espacio que combina innovación y fidelidad a la tradición.
De la clásica carne jugosa a las propuestas gourmet de salmón, la empanada refleja la diversidad cultural y gastronómica del país. Cada marca, con su estilo propio, enriquece un plato que es mucho más que comida: es un ritual compartido.
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