De acuerdo con el informe de las Naciones Unidas, uno de los factores que han influido en este crecimiento (con una incidencia aproximada de 25%) es el cambio demográfico que se da con la inserción de jóvenes y mujeres al mercado laboral.
En un contexto como este, todo el sistema debe ir transformándose también para dar respuesta a las demandas de una población joven y con mayor poder adquisitivo; empezando por las ciudades, las cuales van mostrando indicios de esta transformación. Si se observa la capital, se pueden ver los cambios de los últimos años, tales como obras viales en accesos centrales, barrios cerrados, edificios y polos comerciales descentralizados, son solo algunas de las modificaciones que se van haciendo tangibles en Asunción.
Otro aspecto sumamente importante para acompañar a esta clase media creciente son las alternativas de inversión, de manera que los ingresos vuelvan al mercado y se dinamice la economía. Los inmuebles son una de las opciones más buscadas, porque su valor siempre tiende a aumentar y sobre todo, porque la vivienda es indispensable para que la población encuentre arraigo para su progreso.
Según una encuesta realizada a finales del año pasado a 300 personas (de los cuales el 40% eran jóvenes de entre 25 y 35 años), el 28% vive en casa propia, el 37% en casa de un familiar y el 35% paga alquiler. Es decir, más del 70% de los encuestados no cuenta con una vivienda propia. Entre ellos, la mayoría comenta que les gustaría contar con una.
La encuesta también demostró que el 87% de los encuestados está dispuesto a invertir en un inmueble a mediano plazo, siempre y cuando el monto se adecue a sus posibilidades. Sin embargo, hasta hace unos años, los inversionistas orientaban sus desarrollos a una clase alta, cuya demanda hoy parece estar satisfecha. Las tendencias del mercado proyectan una baja en los costos de los metros cuadrados y la proliferación de opciones inmobiliarias accesibles, centradas en la funcionalidad, la conveniencia y comodidad, dibujan un horizonte positivo para la clase media.
Flexibilidad y adaptación
El mercado es flexible y tiene la capacidad de adaptarse a la demanda. Esto también se refleja en las alternativas de inversión que hoy existen en plaza. Los bancos y financieras hoy ofrecen opciones accesibles pensadas para inversionistas más pequeños, como los ahorros programados o los CDAs con requisitos más sencillos. Por otro lado, las opciones como el ahorro en ladrillos, el cual combina por un lado el ahorro y por otro lado, la oportunidad de acceder a un inmueble, van ganando adeptos. Sobre este punto, representantes de la empresa Fortaleza, líder en el sector de ahorro en ladrillos, comentan: “los jóvenes son cada vez más conscientes de la necesidad de invertir sus ingresos, pero a su vez buscan alternativas que no perjudiquen su flujo de caja diario, para no renunciar a su estilo de vida”.
Lo importante es no perder de vista que la diversificación, la transparencia y la accesibilidad en los sistemas de ahorro e inversión, son aspectos determinantes para este segmento.
Desafíos para todos
Las proyecciones de crecimiento de la economía del país se mantienen entre las más altas de la región, con lo cual se espera que la clase media, así como la generación de jóvenes en edad productiva, también siga creciendo. La trasformación demográfica sin dudas genera y seguirá generando la demanda de productos, servicios e infraestructura que se adapten a sus necesidades y estilo de vida.
El desafío para el país, sus ciudades y sus diferentes sectores económicos será sostener esta demanda con productos flexibles que dinamicen el mercado, favoreciendo el progreso de los ciudadanos y aportando al desarrollo urbano.
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