“Los hogares decrecen menos 1% anual en Asunción desde hace 5 años. Las familias aumentan, los hijos se casan y forman sus propios núcleos familiares. Hay familias que pueden contener dentro de sus lotes a sus hijos, pero hay otras que no. Y estos están migrando hacia Gran Asunción, consiguiendo que la vivienda crezca en esas zonas entre un 4,5% y un 5%, anualmente”, afirma Carmelo Castillo, coautor de una investigación sobre el tema. llevada a cabo por Landon Gerenciamiento Inmobiliario y MBA Emory University.
Los precios elevados del terreno capitalino empuja a los jóvenes a construir en zonas más económicas, donde la oferta aún es asequible. “Tenemos que entender que no es que en Asunción los dueños de terrenos se hayan vuelto locos”, acota Castillo, “pasa que Asunción, como cualquier capital del mundo, tiene escasez de terrenos. Encontrarte con un joven de 30 años en Londres, que te diga que va a hacerse su primera casa en suelo londinense es prácticamente imposible. Lo mismo pasa con uno que vive en New York o París. El suelo de la capital de un país siempre es el más caro”.
Y continúa: “El precio de un bien está directamente relacionado con la escasez del mismo. Cuanto más escaso sea más caro es. Por esa lógica, los terrenos que están fuera de Asunción son más baratos”.
Para Carmelo Castillo “la clase trabajadora hoy día no puede acceder a un suelo capitalino, salvo que el Gobierno intervenga con algún tipo de subvención”.
2008 fue un año excepcional para la construcción en Paraguay, según el Magister en Administración de Empresas. En dicho año, la construcción de nuevas viviendas en Gran Asunción alcanzó un aumento del 10%. “El quiebre del sistema financiero en los EEUU desencadenó por entonces una serie de sucesos que terminaron atrayendo importantes inversionistas a nuestro país y con esa inyección la construcción comenzó a despegar, sobretodo en los sectores corporativo y hotelero”.
Infraestructura vial insuficiente
Una solución al déficit habitacional de la clase media podría ser, según Castillo, el desarrollo de una infraestructura vial que permitiera una movilidad mucho más óptima. “La gran diferencia de Paraguay respecto a otros países, es que un joven puede vivir en las afueras de la capital y se toma un subte para llegar en media hora a destino. En Paraguay, los jóvenes podríamos estar viviendo en Ypacaraí, en Areguá o en Sanber, pero nos costaría dos horas llegar hasta Asunción”.
“Tenemos lotes en Itaguá desde 40 millones de guaraníes, en bajo Chaco, entre 22 y 40 millones, pero no tenemos un puente que conecte Asunción con Villa Hayes, si lo tuviéramos la juventud tendría un amplio abanico de suelo para elegir y construir, por el contrario, seguimos acorralados en Asunción, donde el suelo es muy caro”.
Para Carmelo Castillo es evidente que con los nuevos viaductos, la construcción de viviendas nuevas en Gran Asunción va seguir al alza. Y culmina: “la mejor inversión que puede hacer un joven hoy día es comprarse un terreno a cuotas en alguno de estos lugares. La constante desde hace 100 años es que el valor del suelo se incremente. Invertir en suelo siempre será un buen negocio”.
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