PARA TENER EN CUENTA
Medir el espacio: la decoración de un recibidor siempre dependerá exclusivamente del espacio disponible. Ante todo, nuestro diseño deberá poder adaptarse al lugar y hacer que éste sea agradable e invite al acceso.
Evitar el desorden: asigná un espacio para cada cosa. Las superficies vacías invitan al desorden y a la acumulación de objetos. Evitá esto colocando un contenedor para cada tipo de objeto que necesites dejar cuando entres a tu casa.
Decorar con un estilo propio: lo primero que se pisa al cruzar la puerta es el recibidor. Si esta zona está limpia, ordenada y es alegre, tu estado de ánimo mejorará y por supuesto vas a lograr sorprender a tus invitados.
Comprar el mueble ideal: es necesario elegir un mobiliario que se adapte al estilo y sobre todo que encaje perfectamente a las medidas de tu entrada. Cuando hay poco lugar, una consola muy estrecha con cajones es la solución ideal. Si tenés mucho espacio podés lucirte con un mueble antiguo o unos baúles grandes, inclusive tener otros objetos decorativos que llamen la atención.
Preferir el complemento correcto: la entrada debe impactar de alguna forma, así que a la hora de comprar, optá por los elementos decorativos de mejor calidad y por aquellos que logren adaptarse al estilo. Evitá tantos chiches. Llamá la atención con dos o tres objetos grandes.
Nunca falla: el minimalismo es una tendencia que no te va a dar dolores de cabeza. Colocar flores, de ser posible frescas y velas, tal vez pueda ser una propuesta interesante. Una obra de arte o un buen espejo son elementos que no deben faltar.
Cuidar la iluminación: una casa que al entrar luce iluminada, clara y con colores frescos, siempre será una hogar en donde se esté a gusto. Nunca dejes que el recibidor esté oscuro. Si naturalmente no hay luz, optá por una indirecta para cubrir esa necesidad.
CÓMO MANTENER ORDENADO EL RECIBIDOR
Cada cosa en su lugar. Es importante no dejar en la entrada todo lo que traemos.
Colocar un objeto (puede ser una vasija de vidrio o un plato) exclusivo para las llaves.
Si hay un perchero en la entrada, no sobrecargarlo de prendas.
Pasar a diario un paño al espejo de la entrada es absolutamente necesario para que esté libre de marcas de dedos y de polvo.
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