“Me motivó seguir con mi vida normal, sabía que ya no podría correr en cuasi, así que busqué algo parecido, ya había corrido el rally anteriormente al igual que mis hermanos. De hecho, empecé con el rally antes que el cuasi y bueno, decidí preparar el auto y correr de nuevo. Fue más complicado de lo que parece, suena fácil, pero llevó mucho trabajo”, comentó el piloto acerca de la causa que lo impulsó a llevar a cabo la hazaña.
Beto tiene sed por la aventura y un accidente sufrido en el 2016 no lo hizo desistir de su sueño. En ese año se preparaba para competir en el Dakar y al disputar una carrera de Cross-Country en La Rioja, Argentina, sufrió un accidente al caer de su quad, lo que le produjo una rotura de las vértebras de su columna, con ellos perdió la movilidad de sus piernas. Se pensaría que este accidente supondría el fin de su carrera, pero no fue así.
El velocista no se dio por vencido y tras la invitación de un amigo a formar parte del Campeonato Nacional de Cross-Country, decidió volver como copiloto del corredor Miguel Vera, no obstante, esto lo dejó insatisfecho y marcó el inicio de su proyecto. “Me animé a correr en el campeonato y después de esa carrera me di cuenta que lo mío no era ser copiloto por lo tanto decidí crear un auto”.
Este automóvil se trata de una Toyota Vitz cuyas modificaciones consistieron en trasladar todos los mandos al volante: el freno, el acelerador, además de diseñar un embrague automático.
Antes de llegar al campeonato del Chaco, Beto tuvo que pasar por algunas pruebas de seguridad impuestas por la organización para lograr la habilitación. Una vez dentro, se adjudicó el primer lugar de la categoría RC4L en el clasificatorio realizado en la Costanera de Asunción. Esto le permitió abrir la carrera en Mcal. Estigarribia y posteriormente conquistar el cuarto lugar junto a su compañero Félix Angulo. Al referirse a este triunfo el automovilista expresó sentir “una satisfacción enorme, ya que cumplimos nuestro objetivo”.
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