Desde ese momento, el negocio no paró de crecer y lo que comenzó como un "juego entre hermanos" hoy se convirtió en una firma consolidada en el rubro premium, que apunta a ofrecer vehículos exclusivos. “Nosotros no trabajamos con autos coreanos ni chinos, ni nada por el estilo. Nuestro enfoque está en vehículos de alta gama con poco uso, que no superen los 50.000 kilómetros. Por lo general, tienen uno o dos años y siguen dentro del periodo de garantía”, explicó Wasmosy en conversación con InfoNegocios.
El segmento, según cuenta, se mantiene activo a pesar de las condiciones económicas. Aunque reconoce que este año se sintió una leve baja, también afirma que la fidelidad del cliente se volvió su mayor activo. “Tenemos clientes a quienes ya les vendimos dos o tres veces. En algunos casos, hasta la cochera completa”, señaló entre risas.
Los precios arrancan en US$ 35.000 a 40.000 y pueden llegar hasta los US$ 150.000, dependiendo del modelo. Top Cars comercializa marcas como Audi, Porsche, Toyota y otras europeas reconocidas, siempre bajo el criterio de exclusividad y con una fuerte dosis de asesoramiento. “Hay clientes que vienen sin saber lo que quieren comprar. Entonces, nuestra tarea es descubrir para qué lo va a usar, qué espera del vehículo, y ayudarle a elegir la mejor opción”, indicó.
Esa atención personalizada es, según Sebastián, lo que diferencia a Top Cars. “Yo no me considero un vendedor. Más bien soy un asesor o facilitador de decisiones. A veces viene alguien y me dice: ‘quiero una camioneta porque mi vecino tiene una’. Y después de hablar, nos damos cuenta de que necesita otra cosa completamente distinta”, relató.
Este enfoque consultivo, incluso antes de hablar de precios o marcas, nace del conocimiento profundo del producto y de las necesidades del cliente. “Si alguien me dice que viaja mucho con su familia, le busco un auto súper seguro, con buen sistema de frenos. Si es para el campo, algo más fuerte. Y si quiere algo chico pero potente, le recomiendo un Porsche Macan, por ejemplo”, detalló con entusiasmo.
Wasmosy también destacó que muchos de los vehículos que ofrecen son comprados directamente por la firma, lo cual les permite hacer un control técnico previo y garantizar condiciones óptimas de entrega. “Prácticamente todos los autos que vendemos son propios o fueron adquiridos para revender. Eso nos da libertad y responsabilidad sobre lo que ofrecemos”, señaló.
Además de Sebastián, su hermano Iván también forma parte de la sociedad. Juntos, formaron una red de clientes que no solo valoran el producto, sino también el vínculo. “Hoy tengo muchísimos amigos que empezaron siendo clientes. Lo que ofrecemos no es solo un vehículo, es una experiencia. Por eso muchos vuelven. Porque saben que lo que compraron era exactamente lo que buscaban”, concluyó.
El mercado de vehículos de lujo en Paraguay tiene sus matices, pero la pasión, el criterio y la cercanía parecen marcar la diferencia. Y eso, en palabras de Wasmosy, “es mucho más fácil cuando hacés algo que te gusta”.
El propietario está convencido de que la firma se encuentra entre las tres principales playas de vehículos de alta gama del país. Con esa confianza, destaca que trabajan con todas las marcas y que su objetivo es hacer más accesible la experiencia de compra y venta, ofreciendo financiación propia de hasta 48 meses.
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