Según Jun, la decisión fue tomada luego de numerosas rondas de debate entre sus socios. “Estoy dispuesto a arriesgar toda mi reputación personal y luchar por el futuro de nuestro vehículo eléctrico inteligente”, aseguró Jun.
Además, desde la compañía afirman que se encuentran en su mejor momento, hecho respaldado por sus últimos resultados financieros, que registran que los envíos globales de teléfonos inteligentes de Xiaomi alcanzaron los 146 millones, manteniendo la posición de la compañía entre los tres primeros a nivel mundial. Las ventas de teléfonos inteligentes premium han superado los 10 millones de unidades. Las ventas de televisores han encabezado el mercado de China Continental durante ocho trimestres consecutivos.
Para Jun, la compañía cuenta con ventajas para incursionar en la fabricación de vehículos eléctricos inteligentes puesto que posee un conocimiento profundo del hardware basado en servicios de negocios de internet, así como un ecosistema inteligente el cual es el más grande en términos de escala y el más diverso en términos de categorías de productos. Y, por último, pero no por ellos menos importante, la compañía dispone del capital para invertir con confianza.
“Los vehículos eléctricos inteligentes representan una de las más grandes oportunidades de negocios de la próxima década y también un componente indispensable para un modo de vivir Smart. Entrar a este negocio es una opción natural para nosotros a medida que expandimos nuestro ecosistema inteligente de IoT y cumplimos nuestra misión de permitir disfrutar a todos en el mundo de una vida mejor a través de la innovación tecnológica”, afirmó Jun.
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