El comunicado de la organización afirma que la inclusión “es una decisión”, por lo cual es relevante e importante visibilizar el panorama de las personas con discapacidad frente a la inclusión socio laboral, con el fin de tomar acciones ante esta problemática.
Según la encuesta de Incluyeme.com, los números en Latinoamérica indican que el 72,9 % de las personas con discapacidad se encuentra desempleada, mientras que el 48% identifica su discapacidad como la principal dificultad para conseguir empleo.
“Parte del comienzo del cambio comienza con la visibilización para entrar en acción; las cifras arrojadas por la encuesta deben trascender los números para poder canalizarse en políticas de inclusión genuinas, tanto a nivel privado como público”, sostuvo Gabriel Marcolongo, CEO y founder en Incluyeme.com
La encuesta recibió respuestas de personas de 17 países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela
Incluyeme.com, única organización que trabaja en forma regional y con todos los tipos de discapacidad, compartió los principales hallazgos de la primera Encuesta Latinoamericana sobre Discapacidad (ELADis):
Principales barreras
La organización afirma que las personas encuestadas se enfrentan a barreras para conseguir empleo, a pesar de contar con experiencia y aptitudes. El 88,5% cuenta con estudios secundarios completos y amplia experiencia laboral; sin embargo, el 72,9% no contaba con un empleo al momento de la encuesta.
El 92,6% de las personas encuestadas, independientemente de su género y tipo de discapacidad, identificó diferentes dificultades para conseguir empleo. La encuesta afirma que de las personas que cuentan con ocupación, el 68,8% cuenta con un empleo formal, mientras que el 26% con uno informal. Así mismo, el 48% identifica su discapacidad como la principal dificultad para conseguir empleo.
Respecto a la accesibilidad a los materiales de estudio, Incluyeme.com dice que es una barrera educativa relevante, con prevalencia del 40,7% de las personas con discapacidad visual y 21,1% de las personas con discapacidad auditiva. Es decir, el foco no se encuentra solamente en ofrecer capacitaciones, sino en que las mismas sean accesibles.
Demanda de formación
Con respecto a las capacitaciones, el 64,2% de las personas encuestadas prefieren las gratuitas, considerando la opción de poder ver las clases más de una vez como preferencia del 56,4%.
Las capacitaciones gratuitas más demandadas son: asistente virtual con el 29,6%, marketing digital (21,9%), diseño gráfico digital por el 20,8%. Mientras que lenguajes de programación obtuvo el 17,3% y ciencia de datos el 16,5%, siendo estas últimas las preferidas por los varones.
En cuanto a los conocimientos tecnológicos, el 80,5% considera que tiene un nivel intermedio o avanzado de uso de computadora.
Preferencias a la hora de trabajar
Reporta el informe que el número de personas encuestadas tuvo preferencia por teletrabajo (28,2%), trabajo presencial (27,7%) y trabajo híbrido (26,4%). Asimismo, el 17,7% de las personas encuestadas respondió tener una preferencia indistinta entre las opciones.
Mujeres con discapacidad: el doble desafío de la inclusión
La disparidad social y laboral de géneros se evidencia también en la población con discapacidad, donde los datos reflejan que el 57% de las mujeres en la región están inactivas, mientras que en los varones el porcentaje es del 40%, revela la Encuesta Latinoamericana sobre Discapacidad (ELADis).
Aporta además que una de las consideraciones más importantes para entender las dinámicas familiares son las tareas de cuidado. Suelen limitar las posibilidades laborales de quienes las llevan a cabo y se concentra de forma desproporcionada en las mujeres.
En relación a la conciliación laboral, ésta también afecta a las mujeres. Al analizar las respuestas sobre tareas de cuidado según género y tipo de discapacidad, se destaca que en la mayoría de las discapacidades la diferencia entre mujeres y varones es muy reducida.
En los casos de discapacidad psicosocial, intelectual y visceral, la diferencia entre mujeres y varones es más marcada, mostrando cómo hay más mujeres encargadas de labores de cuidado en contraste con los varones.
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