El Fire Phone, el teléfono con un sistema operativo basado en Android pero modificado -es lo que hace Amazon también con su tableta Kindle- irrumpió en el mercado en julio de 2014. Lo hizo acompañado de una peculiar campaña de márketing. Desde la invitación, que incluía un libro infantil, el preferido de su fundador, Jeff Bezos, al móvil, fueron distintos a los habitual. El terminal, que salió con contrato de dos años con la operadora AT&T, líder en Estados Unidos, sigue en la página del vendedor, pero ya no se puede comprar. Como es costumbre en Amazon, la compañía no desvela la cantidad de aparatos que venden. Ni con su tabletas, ni con sus lectores de tinta electrónica ni con sus móviles hacen pública la cifra.
El Fire Phone contaba con almacenamiento ilimitado en la nube de Amazon, pantalla de 4,7 pulgadas, procesador de Qualcomm, batería de larga duración y cámara de 13 megapíxeles. Salió en dos versiones, de 32 y 64 gigas y nunca se ofreció fuera de Estados Unidos.
Amazon abandona su smartphone
Agotaron las unidades. Esa es la única excusa de un portavoz de Amazon a los medios para explicar por qué la compañía ha decidido dejar de vender su teléfono. Sin embargo, ya a finales de agosto, el diario The Wall Street Journal se hizo eco del despido de una docena de ingenieros del laboratorio de Amazon en California dedicado al "fallido" teléfono, como lo llamaba el diario...
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