Los nombres fueron previsibles, iPhone6s e iPhone6S Plus, para el de mayor tamaño. El vicepresidente Paul Schiller puso el foco en el nuevo color, metalizado rosa que se suma a los tres anteriores: dorado, gris metalizado y oscuro. Pero el cambio real está en la pantalla, 3DTouch, permite crear nuevo menú de control según la presión que se ejerza.
Por fin Apple ha asumido uno de sus grandes puntos flacos: pantallas que se rompen con facilidad. La nueva hornada tendrá un cristal más resistente.
El nuevo iPhone usa el mismo procesador que el iPad Pro, A9x. Un 70% más potente que el del iPhone 6 actual. “Hey, Siri” será el nuevo comando para hablar con el mayordomo virtual. Otra mejora es el sensor de huellas. Ya no será tan lento. La cámara, una de las fortalezas de Apple, va un paso más allá. Sube de ocho a 12 megapíxeles y puede grabar en 4K. Si el Sony Xperia Z5 presentado la semana pasada en IFA permitía el consumo de vídeo en 4K, Apple es capaz de grabar vídeos con esa resolución.
El 25 de septiembre sale en Estados Unidos, Francia, Alemania, Canadá, Japón y una selección en la que no está ni España, ni ningún país de habla hispana. Tampoco Brasil, pero sí prometen llegar antes de fin de año. Apple no está dispuesta a perderse la campaña navideña.
El nuevo iPhone 6S entra en la tercera dimensión
Tim Cook consejero delegado de Apple, se guardaba una traca final durante la presentación de las novedades tecnológicas que está haciendo la empresa de la manzana en el corazón de San Francisco: un nuevo iPhone...
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