Para Wolscham, la moda no se trata de seguir ciegamente las tendencias. “Lo más importante es elegir prendas que te favorezcan según tu silueta y que estén dentro de los colores que mejor te sientan”, afirmó. Las tendencias son herramientas para aportar frescura al estilo personal, pero siempre deben ser incorporadas de manera inteligente, garantizando su versatilidad y coherencia con la personalidad de quien las lleva. Así, el armario ideal es aquel que combina piezas atemporales con tendencias actuales de manera equilibrada, priorizando la calidad sobre la cantidad.
Las fibras naturales, como el crochet y el lino, han resurgido con fuerza, alineándose con el creciente interés por la moda sostenible. Estas prendas, que evocan un estilo bohemio y relajado, destacan por su versatilidad. Vestidos, tops y accesorios de crochet, con sus intrincados detalles, son ideales tanto para looks casuales como elegantes. Por otro lado, el lino ofrece una opción ligera y fresca para enfrentar las altas temperaturas con estilo.
El animal print, un básico que nunca pasa de moda, regresa con mayor protagonismo. Esta estampa se adapta a todo tipo de prendas, desde vestidos hasta calzados. Wolscham explicó que “las estampas más pequeñas estilizan las piernas gruesas, mientras que las más grandes pueden aportar volumen a piernas delgadas”.
Los estampados florales también serán protagonistas, especialmente en mezclas de patrones y colores vibrantes como amarillo, fucsia y naranja. Además, las bubble skirts, con su característico volumen en forma de globo, evocan la moda de los años 2010. Al elegir estas prendas, Wolscham aconseja tener en cuenta la silueta: cortes más vaporosos para piernas delgadas y opciones lisas con menos volumen para piernas más gruesas.
Según la especialista en imagen, los colores también desempeñan un papel fundamental: Azul pastel y celeste, representan frescura y tranquilidad. Combinan bien con blanco para un look elegante o con tonos coral para un toque cálido; verde menta y pistacho, simbolizan serenidad y naturaleza. Se pueden mezclar con amarillos suaves o naranjas para un estilo juvenil; llavanda y lila, elegantes y sofisticados, perfectos con blanco o gris claro, o con tonos rosados para un look más juvenil; tonos neutros y tierra, beige, marrón cálido y blanco roto ofrecen una base calmada que se combina bien con colores vivos o detalles metálicos para un toque de lujo.
Wolscham subrayó la importancia de conocer la paleta de colores personal a través de un test de colorimetría, que identifica los tonos que mejor complementan la belleza individual.
El verano 2025 estará marcado por prendas ligeras y cómodas que reflejan la frescura de la temporada: Vestidos de verano (midi o maxi, fluidos y ligeros, ideales para el día a día), camisas de lino (en tonos neutros como blanco o beige, son básicas y versátiles), bermudas y pantalones cortos (de lino o algodón, cómodos y adaptables a diversas ocasiones).
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