El lugar atrae por su energía familiar y al conocer su historia vemos que le hace honor ya que, según nos comentó Ricardo Benítez, quien es responsable de recibir a los visitantes, este establecimiento fue bautizado con el nombre de María Selva, la madre, oriunda de Paraguarí, de Carlos Beraud, quien junto a su hijo Mauricio inició el proyecto.
El predio -inaugurado en diciembre de 2017- ofrece hospedaje bajo el concepto de cabañas, y desde su apertura se fue modernizando. Actualmente cuenta con 25 habitaciones estándar y premium, todas equipadas y acondicionadas, cinco de ellas construidas a base de madera.
105 hectáreas para el esparcimiento
Para Ricardo, al menos 5.200 personas visitan anualmente el establecimiento, que dispone de 105 hectáreas al aire libre y ofrece opciones de esparcimiento para todos los gustos, desde deportes como fútbol, senderismo y paseos por el cerro Santo Tomás y el cerro Hû, paseo guiado en cuaciclón y en bicicletas (disponibles para alquilar).
Y como no puede faltar en un país cálido como el nuestro, se tiene la posibilidad de refrescar tanto en los arroyos en las inmediaciones como en cualquiera de las piscinas, ya que este establecimiento tiene una atractiva piscina natural, y dos piscinas artificiales.
Los visitantes son variados, pero tienen en común las ganas de disfrutar de la naturaleza en familia o con amigos. El costo para pasar el día, de 9:00 a 22:00, es de G. 60.000 (G. 40.000 niños de cuatro a 10 años), mientras que las habitaciones tienen un costo desde G. 350.000 para dos personas por noche hasta G. 750.000 para cuatro personas por noche.
“Contamos con un excelente equipo de trabajo y ofrecemos el servicio de restaurante/bar dentro de las instalaciones. También contamos con descuentos en las habitaciones, un salón de eventos y la garantía en ofrecer un momento de armonía pura”, expresó.
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