Uno de los grandes atractivos de La Provenza, es la ruta de los campos de lavanda. Es recomendable recorrerlos en su época de floración, que va desde mediados de junio a mediados de julio. Lo mejor es alquilar un auto para disfrutar de los magníficos pueblecitos rodeados de colinas con aroma al fresco perfume de la lavanda.
LA PROVENZA ES EL SINÓNIMO DE ENCANTO
El sur de Francia cuenta con interminables colinas, hermosos campos de olivos, montes bajos (en los que florecen el tomillo y el romero) y playas de arena fina. La Provenza tiene un territorio con un patrimonio natural y cultural excepcional, pueblos de gran encanto en los que la lavanda es considerada como la planta reina. Llegar es muy fácil, este destino cuenta con 6 aeropuertos, dos de ellos internacionales en Marsella y Niza.
Aquí podés aprovechar también para conocer la antigua ciudad de los Papas de Aviñón, la ciudad antigua de Aix-en-Provence, las antiguas arenas de Arles, la célebre montaña Santa Victoria, inmortalizada por el pintor Paul Cézanne, la pequeña ciudad de Saint-Rémy-de-Provence, la ciudadela de Sisteron o la loza del pintoresco pueblo de Moustiers-Sainte-Marie, por citar unos pocos lugares soñados que parecen una postal y que valen ser visitados.
CAMPOS DE LAVANDA
Los campos de lavanda propiamente dichos son grandes extensiones de campos de lavanda y lavandín, combinados con los campos de cereales (conocidos como “lavande d’Epinal”), que ocupan un lugar central en el paisaje rural y que se plantan alineados perfectamente. Podemos encontrarlos en la región de Grignan, en los plateaux d’Albion y de Valensole.
Conocida como el “oro azul” (l’or bleu), esta flor crece de forma salvaje, pero también ha sido cultivada por hombres que han sabido transformarla en una multitud de productos. Más info podés encontrar en Campos de Lavanda.
TIP: te recomendamos recorrer la ruta de la lavanda en el mejor momento, justo antes de la cosecha, que tiene lugar de principios de julio a finales de agosto.
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