La armonización facial se refiere a un conjunto de procedimientos orientados a “mejorar las proporciones faciales, resaltar los puntos bellos, disimular pequeñas desarmonías, rejuvenecer y reencontrar la mejor versión de cada paciente”, explicó la doctora Leticia Margraf.
Para esto se valen de tratamientos mínimamente invasivos -aplicación de inyecciones principalmente- con productos biocompatibles, seguros y con excelente durabilidad, según la doctora Margraf. El producto que se aplicará se determina tras una evaluación personalizada, y puede ser desde bótox, tratamientos con plasma, rellenos con ácido hialurónico, bioestimuladores de colágeno, hilos hasta peelings profundos, lipolisis mecánica de la papada.
“Buscamos tratar al paciente de forma integral, considerando sus expectativas y entendiendo su etapa en el proceso del envejecimiento. Buscamos actuar desde las capas más superficiales hasta las profundas. Las áreas que los pacientes siempre buscan mejorar serían los surcos (líneas desde la parte inferior de la nariz hasta los labios), marioneta (líneas a la altura de la comisura de los labios hasta la barbilla), contorno facial y ojeras”, señaló la especialista.
La mayoría de los procedimientos son relativamente simples y la duración de los resultados depende de varios factores, según Margraf, desde la cantidad utilizada de producto hasta el propio metabolismo de cada paciente. Es así que tras lograr el resultado, esperado y posible, recomiendan realizar intervenciones de mantenimiento, que puede ser cada cuatro o seis meses o un año, siempre dependiendo de cada caso particular y necesidad del paciente.
¿Qué esperar?
“La tendencia actual son los protocolos asociados a terapias en la misma sesión, posibilitando promover una renovación celular y rejuvenecimiento en todos los niveles de la piel y de los tejidos que la sostienen. En 2023 los resultados esperados son lo más natural posible, lo cual siempre fue nuestra filosofía: evaluación detallada, plan de tratamiento integrado y adhesión del paciente a lo propuesto, cuidados home care y mantenimiento”, indicó.
Con la armonización facial se podrá obtener resultados naturales y al tratarse de técnicas poco invasivas, cualquier persona saludable puede ser candidata, excepto las embarazadas.
En cuanto a los riesgos, al igual que cualquier tratamiento mínimamente invasivo “serían moretones, hinchazón, infecciones, comprometimientos vasculares. Todo esto es minimizado con la correcta indicación, productos de altísima calidad, aplicación delicada, recomendaciones e instrucciones del post procedimiento y acompañamiento al paciente en las primeras 48 horas”, aclaró Margraf.
Por último, la especialista señaló que un paciente que está feliz con su imagen, realiza mejor sus actividades porque transmite confianza y seguridad. “Cuidar de la autoestima es una inversión. Juntos, y de manera segura y personalizada, podemos encontrar la mejor versión de cada paciente”, concluyó.
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