¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Crecí entre estibas en una desmotadora de algodón donde todos los días acompañaba a mi papá. Mis padres son mi ejemplo de lucha y trabajo. Mi madre fue una resiliente emprendedora gastronómica y mi padre un visionario aventurero industrial y comercial. Crecí en la cultura del trabajo, viendo siempre a ambos luchar por separado por sus sueños, cada uno en su habilidad y pasión. El lema de mi casa era generar para vivir y crecer.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresaria?
Obstáculos comunes que todos los emprendedores atravesamos. El acceso al crédito, a la bancarización, burocracia en las instituciones para las habilitaciones pertinentes y problemas ya comunes inherentes de cada sector. Nada que no pueda ser sobrellevado con paciencia en un país donde todavía abundan los trámites a causa de la poca inversión tecnológica. Uno se siente casi un héroe al finalizar cada gestión.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresaria?
Mantener vigente el negocio, la industria o la empresa es el éxito de cualquier emprendedor. Poder llevar un balance con números positivos, que permita el cumplimiento en tiempo de las deudas, el mantenimiento o puesta en marcha del negocio sin sentirse acogotado; y hasta una proyección de expansión a futuro se podría considerar el transitar con éxito.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
El factor humano es el centro para todo. Poder contar con el recurso humano idóneo y que acompañe la visión de la empresa es clave. Fui siempre muy bendecida de encontrar a las personas correctas y comprometidas para armar equipos y así seguir el proyecto trazado. No me puedo quejar.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
El Estado tiene una bipolaridad que en algunas etapas es un aliado y en otras es el principal enemigo. Principalmente cuando hablamos de inversión en infraestructura (rutas, puentes, caminos), servicios básicos, salud, educación y transporte público.
Como ciudadanos debemos estar más unidos y ser más duros a la hora de exigir el buen uso de nuestros impuestos para el bien común. Elegir mejor a las autoridades que nos representarán y la óptima utilización de dichos recursos.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
El empresario industrial paraguayo es una especie de karateca que va luchando con diferentes armas y elementos según se precise en la compra de insumos, en la línea de producción, en la captación de recursos humanos, en la habilitación por parte de las instituciones, para la exportación y así constantemente sorteando situaciones para cumplir la meta. Nada obstruye la tenacidad para llegar al objetivo.
Por otro lado, diría que hay mucha falta de protagonismo privado en las políticas públicas. Una especie de cuchillo de doble hoja que unta y castiga.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
No exactamente, ya hemos visto muchísimos casos de empresarios empíricos y autodidactas que son muy exitosos en sus labores. Creo que el principal aditivo debe ser encontrar el ikigai o propósito de vida para ser exitoso en lo que uno emprenda. Con voluntad y pasión no hay imposibles.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
Me inspiro mucho en libros escritos por mujeres que hayan pasado o tengan experiencias reales. Uno de ellos es Vayamos adelante: Las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar, de Sheryl Sandberg. Creo que ese libro tiene los mensajes claves para superar todas las etapas en un negocio.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
La autonomía es clave para que se pueda ver cómo afloran los talentos. Obviamente dentro de un marco de objetivos, es importante que cada jugador sepa cómo ir haciendo los pases para marcar el gol. Acto que conlleva el riesgo de la total confianza.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Soy una corredora amateur, amante de la naturaleza y de las actividades físicas al aire libre. Me encanta recargar mis energías los fines de semana compartiendo actividades familiares, principalmente acompañando a mis hijos en sus deportes.
Tu opinión enriquece este artículo: