Tienda online
“La peor experiencia que tuve fue cuando quise comprar online, nunca me dieron retorno desde la plataforma; entonces escribí al WhatsApp para avisar que quería comprar el producto y que había hecho el pedido, pero tampoco me dieron retorno. A raíz de eso le escribí a la dueña de la tienda, quien sí me contestó, pero al final terminé igualmente sin poder comprar el producto. ¡Pésimo servicio!”
Telefonía
Cuando desde una empresa de telefonía celular contactaron con una persona para ofrecerle un plan más caro que el que ya tenía, ésta le dijo que no podía escuchar bien la oferta. Pero el asesor decidió insistir y le respondió que sí, que podía ver que tenía un celular muy viejo y le propuso cambiarlo por algo más nuevo. La clienta, entonces, le contestó que tampoco deseaba gastar en eso en ese momento, a lo que el atrevido e insistente empleado le respondió que sí debería hacerlo pues su equipo ya era bastante feo y ni siquiera le permitía escuchar bien.
Banco
“Una vez me debitaron más de la mitad de mi sueldo sin aviso. Entonces, llamé a preguntar qué pasó y me dijeron que era la forma con la que ellos operaban para que el cliente pague. Les contesté que no se puede debitar más del 50% del salario y que para hacerlo tendría que haber un embargo de por medio, y que yo estaba abonando mensualmente la deuda; me contestaron que así funciona su sistema y que sí podían hacerlo porque yo percibía mi salario a través de ellos. Un gran abuso”.
Local comercial
Esto ocurrió en un local comercial. El cliente decidió expresar su malestar porque cada vez que iba a comprar nunca le entregaban el vuelto completo, a lo que la cajera respondió tirándole los billetes.
Discoteca
“Esto me sucedió en un boliche. A la hora de pagar y retirarme no funcionaba el POS, por lo que pasaron tres veces mi tarjeta, luego volví a probar y se confirmó el pago. Al día siguiente, al revisar, me di cuenta de que me debitaron cuatro veces el mismo monto. Nunca me devolvieron el dinero”.
Local de comida
Un cliente pidió que le sirvieran un jugo y cuando lo recibió notó que había un insecto en él. Inmediatamente pidió que se lo quitaran o que le acercaran una cuchara para sacar él mismo, el insecto de la bebida. Sin embargo, el empleado que lo atendía se negó a hacerlo, argumentando que no era responsabilidad de la casa, pues el consumidor se encontraba sentado al aire libre.
Telefonía
“Una vez me llamaron de una telefonía que constantemente ofrece sus planes, cuando atendí la llamada, la vendedora me dijo: Al fin se digna a atenderme”.
Cafetería – Servicio de Delivery
“Siempre que pido que me envíen algo de una cafetería que está en Villa Morra, jamás me llega bien el pedido; por ejemplo, si pido medialunas de dulce de leche, me envían de guayaba, además de cobrarme entre G. 35.000 a G. 70.000, el delivery”.
Internet – Telefonía
El cliente contrató el servicio de internet de una conocida telefonía y luego de unos meses la misma decidió subirle, sin explicación alguna, la tarifa que estaba abonando. A raíz del aumento el usuario amenazó con suspender el servicio por lo que la empresa se retractó.
Casa de Electrodomésticos
“Fui a la sucursal de una casa de electrodomésticos ubicada en un shopping, porque no encendía una estufa que había comprado hacía dos días. Fui a la siesta y me atendió una señora de lo más desagradable. Primero me dijo que lo que compré no era una estufa, que no se puede usar toda la noche y que si leía el manual lo iba a saber, como si fuera mi culpa. Primero, en la página web, al buscar 'estufa' aparece lo que compré. Si no lo es, entonces debería ir a la Sedeco a quejarme”.
Continuando la historia, el cliente alegó que había preguntado antes de comprar si efectivamente se trataba de una estufa, que consultó incluso con la vendedora por teléfono y también con el empleado que le atendió el día que retiró el producto. “Pero, igualmente, la señora me reiteró que no era una estufa, que solo servía para prender un ratito y apagar. Si hubiera sabido que era así, jamás hubiese comprado. En todo momento, la vendedora quiso culparme a mí cuando en realidad yo confié en la información del e-commerce y en lo que me dijeron los vendedores anteriores. Al final, el producto siguió funcionando, pero esa experiencia, con esa vendedora, hace que nunca más quiera volver allí, y también me alienta a decirle a la gente que eviten ese lugar. En el futuro prefiero pagar más o ir más lejos, pero al menos recibiré un mejor trato”.
Internet – Telefonía
“Solicité el cambio en un plan de internet, que en la página de la empresa decía que era G. 65.000. Cuando llamé al SAC dijeron que no estaban enterados. Después, por teléfono logré dar con el empleado que me confirmó que cambiaría mi plan. Al mes siguiente, no hubo cambios, volví a llamar pero no había registro de que había solicitado el servicio. Así que fui a una sucursal donde me volvieron a decir que el cambio estaba hecho. Nuevamente, al mes siguiente, tampoco hubo cambio en el plan. Por lo que volví a ir, y para mi sorpresa, mencionaron que hubo un error y que no se había aplicado. Demoré casi seis meses esperando a que me pusieran el plan deseado”.
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