El presidente de la CNCSP, Ricardo Dos Santos, explicó que este primer informe es “un punto de partida para construir una base de datos sólida sobre la percepción del sector privado”. Y no es un detalle menor: por primera vez, los empresarios cuentan con una encuesta que traduce sus expectativas en números.
Los resultados del estudio de septiembre muestran que las empresas de comercio, transporte, servicios financieros e inmobiliarios valoran favorablemente su desempeño reciente. Todos los sectores analizados se ubicaron por encima del umbral de los 50 puntos, considerado la “zona de optimismo”, lo que indica que la confianza empresarial se mantiene firme.
El sector comercial lidera la percepción positiva, seguido por el transporte y otros servicios empresariales como estudios contables, jurídicos, agencias marítimas, almacenes generales y desarrolladores de software. El sector financiero también se muestra optimista, mientras que la construcción y el rubro inmobiliario se mantienen en posición neutral, pero sin señales de retroceso.
Dos Santos valoró el resultado como “alentador”, destacando que el empresariado está en sintonía con las previsiones de crecimiento de la economía paraguaya, que rondan el 4% anual. “Estamos en una zona de optimismo, con indicadores que superan los 50 puntos. Esa percepción positiva tiene un peso importante, porque las expectativas influyen directamente en las decisiones económicas”, señaló.
En el ámbito laboral, las empresas consultadas mantienen expectativas favorables. El comercio encabeza el optimismo con 52 puntos, seguido por transporte, finanzas y otros servicios, que se mantienen entre 50 y 51,5 puntos. Incluso los sectores tradicionalmente más sensibles, como la construcción, se ubican en terreno neutral.
Este comportamiento, según Dos Santos, sugiere que el empresariado no prevé ajustes drásticos en el corto plazo. “Lo que vemos es estabilidad y confianza moderada. No hay señales de retracción en el empleo, al contrario, se mantiene una mirada positiva hacia los próximos meses”, puntualizó.
En cuanto a los precios, las percepciones se ubican cerca del punto de neutralidad, lo que indica que no se esperan grandes variaciones en los costos de venta. El comercio registró 49,5 puntos, mientras que transporte e inmobiliarias se mantuvieron en 50 y la construcción alcanzó 51, con una leve tendencia al alza.
Las proyecciones del IEE se alinean con las cifras del más reciente Informe de Expectativas de Variables Económicas (EVE) elaborado por el Banco Central del Paraguay (BCP). De acuerdo con el documento, los analistas esperan que la inflación cierre el 2025 en torno al 4%, dentro del rango meta, mientras que el PIB crecería 4,2% al cierre del año y 4,0% en 2026.
El tipo de cambio se mantiene estable en torno a G. 7.300 por dólar, y la tasa de política monetaria (TPM) continúa en 6,0%, sin variaciones. Este escenario acompaña la visión empresarial: estabilidad, leve crecimiento y ausencia de shocks.
Ambos indicadores (el del sector privado y el del BCP) coinciden en un mensaje común: la economía paraguaya avanza con paso prudente, sin señales de sobrecalentamiento ni de contracción.
El lanzamiento del IEE representa más que un simple estudio técnico. Es, en palabras de Dos Santos, una herramienta para darle voz a los protagonistas de la economía: las empresas. “Por primera vez tenemos una encuesta construida desde el sector privado, que permite conocer la percepción real de los actores económicos sobre lo que está ocurriendo”, sostuvo.
El presidente de la Cámara destacó que en este primer relevamiento participaron los principales bancos, financieras, empresas de transporte, estudios jurídicos y consultoras del país. “Mientras más empresas participen, más representativo será el resultado. Es una invitación abierta para que el sector privado se sume a este esfuerzo colectivo”, expresó.
Más allá de los números, el indicador permitirá (con el paso de los meses) medir las variaciones de la confianza empresarial y su correlación con los datos económicos oficiales. “Podremos ver cómo se comporta la economía real frente a lo que los empresarios perciben o esperan. Esa comparación es fundamental para diseñar políticas más efectivas”, agregó.
El estudio también confirma una premisa central de la economía: las expectativas son motor de las decisiones. Cuando los empresarios confían en que habrá estabilidad, invierten, contratan y expanden. Y eso, en última instancia, impulsa el crecimiento.
En palabras de Dos Santos: “Mientras las expectativas sean buenas, eso siempre va a dar un empuje al crecimiento, que es lo que todos queremos”.
Con el IEE, la CNCSP se suma a una tendencia regional de construir indicadores que no sólo midan datos duros, sino también percepciones, emociones y perspectivas del mundo empresarial. En un contexto global de incertidumbre, contar con esta herramienta local es, sin duda, una señal de madurez institucional del sector privado paraguayo.
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